Narra Alejandro:
Mis amigos me habían invitado a una fiesta que organizaron unas personas de dinero, por lo tanto era una buena fiesta, había de todos los tragos, música alta, un buen lugar para bailar, era un buen ambiente. Yo estaba sentado con mis compañeros tomando unas cervezas y hablando de cosas sin sentido; desvíe mi mirada hacia la pista de baile en busca de alguna chica con quien pasar el rato, pero en vez de eso me encontré con una chica... Una chica que le trajo a mi mente miles de recuerdos hermosos que aparté de un manotazo; me le quedé viendo, llevaba un vestido negro algo corto para ella, pero aún así se veía muy guapa, su cabello se agitaba cada vez que reía, joder... Esa sonrisa, esos hoyuelos que hacían que mi dignidad no existiera... Vi el panorama con más atención y una furia se desató en mi cuando me di cuenta de que estaba con un chico, ambos estaban sentados bastante cerca, el hombre se puso de pie y le extendió la mano y ella se la tomó con timidez, se acercaron a la zona de baile y comenzaron a moverse, al inicio estaban algo alejados, pero fueron tomando cercanía, eso hacía que mi mandíbula se tensara, que mis puños se apretaran y que quisiera tomar a ese hombre por la camisa y destrozarle la cara, no quería que nadie la tocara, ni siquiera un cabello y no me importaba si estaba siendo egoísta, porque sé que yo había sido un idiota, pero loa celos me estaban matando. Vi como él la tomaba de la cadera y quedaban muy juntos, eso fue demasiado para mi; me levanté y fui donde estaban ellos, sin que ella me viera la tomé fuertemente del brazo, tiré de ella y la arrastré hasta la parte de atrás de la casa.
—¿Pero que...?— gritó ella mientras se soltaba de mi agarre y dejó la oración sin terminar cuando me vio. Abrió mucho los ojos y se puso un poco pálida, se dio media vuelta y antes de que saliera corriendo la tomé de nuevo del brazo.
—Valeria...—le dije suave esperando que me mirara a la cara y cuando lo hizo proseguí—¿Podemos hablar?—.
—Está bien—respondió titubiando.
Como aún la tenía del brazo la llevé hasta el patio de la casa y cuando estábamos alejados de todas las personas me volví.
—Yo quería...—empecé, pero ella me interrumpió.
—¿Sabes qué? No. No podemos hablar, yo no quiero hablar contigo, no hay nada de que hablar—dijo rápidamente en un todo altanero y cortante.
Iba a decirle que me dejara hablarle, que iba a ser rápido, pero Valeria se dio media vuelta y salió corriendo adentrándose en la fiesta de nuevo, vi varias veces como se tropezaba por sus tacones, pero seguía adelante, sin volverme a ver ni un solo segundo, veía su cabello agitarse al viento y sus brazos moverse a los lados... Con cada paso que daba, más lejos estaba de mi... Y con cada centrímetro que se alejaba algo en mi se iba rompiendo; cuando la perdí de vista algo en mi se rompió, la oportunidad de hablarle aunque sea por última vez no existía. Puse mis manos sobre mi cabeza, estaba lleno de ira, de tristeza, quería gritar, me sentía totalmente derrumbado... Mi mundo se había derrumbado.Narra Valeria:
Después de haber visto a Alejandro ahí con sus amigos, me puse muy nerviosa, realmente no podía creer que estaba respirando el mismo aire que él, pero... Lo mejor fue ignorar su presencia, estuve con Jimena y Tamara un gran rato , Jimena se fue a conseguir un par de cervezas y quedamos Tamara y yo.
Tamara estaba muy concentrada en guiñarle el ojo a los chicos darle una que otra sonrisa pícara, y yo sólo la observaba en su momento "sensual"
—Valeria, —Jimena se acerca hacía mi, estaba tomada de la mano con un muchacho muy guapo, era alto, tenía la piel muy palida ojos verdes claros y rubio— Quiero presentarte a un amigo, su nombre es Daniel, los dejo para que se conozcan- Acto seguido Jimena agarró a Tamara y se perdieron en la pista de baile.
—Hola—me muero de nervios hace mucho no hacía esto, es que es tan guapo.
—H... Hola
—Te ves muy guapa, y no soy el único hombre de este lugar que muere por hablarte- mierda ahora sí, me sonrojo y no paro de sonreír.
Estuvimos casi dos horas sentados, y hablando, me encanta este chico, no para de hacerme reír.
Daniel se levanta y se pone enfrente mío
—¿Tu también eres genérica?
—¿Genérica?—respondo confundida
—Sí, así como la mayoría de las chicas en este lugar, es decir; estuvimos hablando y además de guapa eres inteligente, no creo que lo seas pero, dime ¿lo eres?
—Yo... —me quedo pensando, en lo mínimo soy superficial, menos generalizo—uhm, claro que no.
—En ese caso—extiende su mano hacía mi, un poco indecisa la tomo. —¿Bailamos?
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¿Tu también eres Genérica?
Romance"Llorar amargamente no es bien merecido sin motivo que lo justifique" Una historia donde fomenta el realismo, quizás los finales que vaya a tener, sólo el lector podrá dar su criterio de ser "triste,feliz o realista"