Las hojas vuelan en mi dirección con fuerza. Siento mi flequillo volar hacia el norte, mi piel erizándose a través de mi sweater. Disfrutando la víspera del invierno, me siento en el banco y pienso. ¿Qué haría mañana? ¿Ronnie me perdonaría? No lo sabía con certeza, pero esperaba que así fuera.
Había guardado el secreto por demasiado tiempo. Pero siempre salen a la luz, algo que tendría que haber previsto. Sí, era mi culpa que ahora Ronnie estuviera tan enojado.
Y lo entendía. Que tu mejor amiga te escondiera lo que amaba no era tan fácil de aceptar. Trabajé en secreto en el diario escolar, ejerciendo mi pasión. ¿Por qué no se lo conté? Ese es el problema: no lo sé. Tal vez fuera por mantener el anonimato, ya que el seudónimo de StarWrite me daba seguridad.
Al final, yo no era quien él creía. Es cierto, mi verdadera pasión era secreta. Pero creí que era lo mejor en su momento. Ahora que pago las consecuencias veo el tremendo error que cometí.
Las hojas siguen danzando el el aire, moviéndose a un secreto compás; fluyendo en el viento. Aquel rojo escarlata, naranja cobrizo, dorado centelleante, marrón ocre. Todos esos colores flotando alrededor de una misma brisa otoñal.
Dejé fluir mis pensamientos, guiándome con aquella brisa. La manera en la que se enteró no fue la mejor. ¡Tenía que habérselo contado! Debí hacerlo. ¡Qué ilusa que eres, Cielo! Ronnie no te perdonará.
Y es que, en el fondo, lo sabía con seguridad. Ronnie había perdido su confianza en mí.
YOU ARE READING
Pensamientos de otoño
Short StoryCielo había cometido un grave error, así que sale a pensar acompañada de la brisa del otoño.