DÍA 1

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Esperanza tiene una forma especial de arreglar las cosas a diferencia de sus padres.

—Hola —dijo Esperanza sentándose a un lado de Karoll.

—Ammm... hola —contestó confundida.

—¿Quién esta aquí?

Estaban en el hospital de la ciudad de México.

—Mi hermana.

—¿Qué tan avanzado es el cáncer?

—¿Qué? Espera —Karoll se levantó apartando su cabello castaño y largo de la cara—. ¿Cómo sabes que mi hermana tiene cáncer?

—Tú me llamaste ¿recuerdas?

—Yo no te llamé ni siquiera te conozco.

—Claro que me llamaste. Dijiste que no existe la Esperanza y que en todo caso de que existiera estaba ocupada mirando a otro lado dejando de lado a quien más la necesita y después cuando se le detecto el cáncer en el estómago a tu hermana dijiste que si en realidad fuera tan maravillosa que se apareciera para comprobarlo ¿recuerdas?

—Si esto es una broma no es gracioso —exclamó molesta.

—Shhh... guarden silencio —dijo una enfermera que paso por el pasillo.

—No es ninguna broma. Llamaste a la esperanza y aquí estoy.

—Esto no es divertido.

—Tú me llamaste y aquí estoy.

Karoll se fue al pasillo y Esperanza la siguió.

—Dejame sola por favor, no estoy para bromistas.

—No soy una bromista soy la Esperanza.

—Deja de seguirme.

—No hasta que creas en mí.

—Mira no se quién seas ni que quieras pero no soy yo a quien buscas.

—Ya te dije, soy Esperanza y tú, Karoll Sánchez Hernández, me llamaste.

—Me estas asustando así que dejame en paz o llamaré a seguridad para que te saqué de aquí.

—Pues llamalos, no me importa.

Karoll vio a su mejor amigo Rodrigo pasar por el pasillo y corrió hasta él, Esperanza la siguió y se recargo en la pared.

—Rodrigo, ayúdame, hay una chica loca que me esta siguiendo —se aferró a su brazo con desesperación mientras Esperanza los miraba.

—¿Dónde está?

—Esta ahí —señaló la pared donde estaba recargada.

—¿Dónde? No veo a nadie.

Esperanza sonrió mientras Karoll la miraba confundida.

—¿Qué? Pero si esta justo aquí —se separó de Rodrigo y se acercó a Esperanza.

—Yo no veo nada.

Karoll estaba muy confundida pero estaba cansada y penso que talvez era producto de su imaginación. Se talló los ojos y dejó de ver a Esperanza, al parecer su mente había jugado con ella.

—Si, lo siento, tienes razón.

—¿Qué tienes?

—Nada solo estoy un poco cansada.

—¿Quieres que te llevé a tu casa.

—Sí solo deja avisarle a mis padres.

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⏰ Última actualización: Apr 24, 2017 ⏰

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