Capitulo 4-¿Quién es él?

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Hotaru se sentía afortunado, aquí estaba Saeko, por fin la habia encontrado, cuando sintió el abrazo por parte de ella sin duda correspondió, se sentía alegre al saber que ella está a salvo, no podía expresar lo que sentía "¿Donde te habías metido Saeko?" es lo único que susurro y continuo el abrazo.

Al otro lado del cuarto se encontraba un Takashi muy sorprendido, ¿Quien era el? ¿Por qué abrazaba a Saeko como si fuera lo más importante del mundo? Pero, lo más importante, ¿Por qué Saeko respondía al abrazo y parecía al borde de las lágrimas, lágrimas de felicidad y alivio?

Se aclaro la garganta, llamando la atención de los dos jóvenes enfrente suyo. Los dos chicos se separaron, un tanto avergonzados al saber que eran observados por otra persona.

Hotaru veía a Takashi con curiosidad, si las miradas matasen el estaba seguro de que ya estaría enterrado,  sus ojos lanzaban dagas. Le pareció divertido, ese chico pensaba que tenía una oportunidad con Saeko, ella no estaría nunca con un niño estúpido que por pura suerte sigue vivo en medio de este infierno, apostaba que el que le mantenía vivo era su chica.  Sonrió sancarronamente y alejo a Saeko.

–Hotaru, Hotaru Danshi. – extendió su mano esperando que el de cabellos azabaches la tomará.

Takashi juraba que podía matarlo ahí mismo. Ese bastardo.  Deseaba borrarle esa sonrisa de un maldito golpe. ¿A Saeko le molestaría si lo hiciera?

El pelinegro tomo la mano que le era extendida en un suabe apretón, cosa que Hotaru le agradecía casi rompiendo sus huesos, como si quisiera dejar en claro que entre ellos dos, al que menos le convenía iniciar una pelea era a el.

–Takashi. – contesto apretando los dientes, casi los sentía rechinar.

– Hotaru y yo estábamos juntos en el club de kendo– se escuchó la melodiosa voz pero fria de Saeko explicando de donde conocía a este chico.

– y era el mejor– recalcó el de ojos grises.

– si claro, es por eso que tuvimos que venir a salvarte– dije rodando los ojos.

– Saeko vino a ayudarme, tú solo viste como lo hacía– sonrió sancarronamente – además, si tan solo tuviera una katana sería más poderoso que tu con veinte pistolas.

–¿Pero qué eres sin ella?, podrás ser el mejor en kendo de todo Japón,  pero sin tu katana ¿que eres? Nada, no eres nada.

Satisfacción.  Esa es la palabra que más describe lo que siento ahora, una enorme satisfacción al ver su cara. Estaba roja del coraje, su mandíbula apretada y la vena del cuello le saltaba.

–¡Saeko, Takashi! –se escuchó una tercera voz femenina y algo aguda– ¿esta todo bien?–

En ese momento lo único que quería hacer era besar a esa tierna niña de cabellos rosas, si no fuera por ella ahorita mismo estaría moliendome a golpes con hotaru.

– Porsupuesto, solo estos niños jugando a quien es mejor– dijo Saeko pasando de nosotros y tanto la mano de Alice – Cuando terminen de jugar yo y los demás estaremos esperando–

Hotaru y yo nos vimos molestos pero al poco tiempo caminamos detrás de Saeko y Alice. Matandonos con la mirada de tanto en tanto.
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Al llegar con los demás, todos inmediatamente voltearon a ver al joven a lado mio. Saeko se encargó de presentarlo.

– Chicos, el es hotaru, estuvo hotaru en el club de kendo conmigo y a partir de  hoy, es uno de los nuestros–

–¿Cuándo decidimos que el se uniría?– dije molesto y sin darme cuenta en voz alta.

Todos me miraron sorprendidos y yo me arrepienti de haberlo dicho, si, tal vez no me agrada para nada pero al final tenemos algo en común, somos humanos, y a estas alturas ser un egoísta celoso no es una opción. Un momento, ¿celoso? No estoy celoso de el, ¿Por qué debería? Negué con la cabeza,  empezaba a divagar y en este preciso momento habían cosas más importantes que debía hacer.

– Era broma. No se lo tomen tan en serio– dije dándoles una sonrisa nerviosa. Gracias a dios ellos solo me miraron extrañados y dejaron el tema.

–¡muy bien! Hay que recoger todo lo que encontramos e irnos, no quiero estar de noche en un lugar sin puertas resistentes– dijo saya cogiendo su arma y entrando en el humvee.

–Shizuka, ¿Lograste conseguir medicina?– pregunte pues era lo tercero principal en la lista y la razón por la cual vinimos y no encontramos con él idiota.

— Encontré muy poca, ese lugar parecía un basurero, solo tome lo que se veía lo suficientemente limpio– dijo ella – Miralo tú mismo– y me paso la pequeña bolsa que tenía en la mano.

– Si ... Son pocos– murmure– bueno, no importa, ya lo arreglarnos, hiciste un buen trabajo– le dije con una sonrisa.

Estaba comenzando el atardecer cuando ya todos estábamos en el humvee. Mi mirada inconscientemente se paso a Saeko, quien escuchaba atentamente algo que le decía kohta. Ella era tan hermosa, no me extraña que al bastardo de hotaru le guste, pero el no tiene oportunidad. Sentí una mano deslizarse por mi brazo, era rei, ni siquiera me acordaba de ella.

– Hola– dijo suavemente.

– Hola– respondí.

– Hay algo que ha estado vagando por mi mente, ¿Por qué reaccionaste así con hotaru? El es lindo–

– no es lindo– dije viéndole mal, a lo cual respondió con una risita– Y el... Solo, no me agrada– conteste escogiendome de hombros.

– Hey... Sé lo que pasa y no tiene que estar celoso– la miré sorprendido. ¿En verdad sabia?– A mi, – apretó mi brazo más contra sus pechos y se acercó a mi oído– solo me gustas tu, el es guapo, pero nunca me interesaría– suspire cansado, al final no sabia, y estaba completamente equivocada.

– Es bueno saberlo– dije sin tomarle mucha importancia.

El resto de la noche solo le asignamos un lugar donde dormir a hotaru, decidimos quien empezaria las guardias y nos fuimos a dormir, o al menos la mayoría, porque yo no podía dejar de pensar en todo lo que sentí al ver a hotaru tan cerca de mi Saeko.




Tiempo sin actualizar pero aquí está el capítulo, prometo que actualizare más seguido y hacerlos más largos. 

¿Que opinan de hotaru?

¿Saeko estará interesada en el de forma romántica?

¿ya era hora de que Takashi comenzará a apreciar más a Saeko?

Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora