Lo que yo sé de ti - Capítulo 1

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Double Face

Hidaka despertó con pesadez al percatarse de un molesto hormigueo que recorría su brazo; soltó un agudo y casi inaudible chillido cuando, al intentar moverlo, sintió una punzada a mitad de éste. Respiró profundamente y cerró con fuerza sus párpados para poder contener la lagrimilla que se había acumulado en uno de sus ojos.

La luz del día se filtraba ya por entre las cortinas, dada la intensidad de la luz, parecía pasar de las diez de la mañana.

Agradecía que fuera su día libre.

Después de unos momentos volvió la vista a su lado, donde se encontraba el causante de su adormecido dolor matutino, utilizando su brazo como almohada y dándole la espalda. Dormía tan plácidamente que Hidaka pensó sería una pena despertarlo para que lo liberara.

Era la primera vez que pasaban la noche en la habitación del moreno, la sensación de encontrarse en la cama superior de la litera era extraña; aunque prefería mil veces esa sensación al encontrarse con los tótems y demás cosas aterradoras de Gotou mirándole fijamente apenas comenzaba el día. Se preguntaba por qué no dormiría en la cama de abajo, después de todo ¿no era menos problema en caso de que le llamaran para emergencia?

Permaneció con su introspección por un largo rato, hasta que el cuerpo junto a él comenzó a removerse.

— Fushimi. –Le llamó, pasando delicadamente la yema de sus dedos por el hombro del contrario.

— ¿Mis anteojos? –Murmuró, tanteando el espacio entre su almohada y el borde de la cama; pasando completamente del castaño.

Hidaka le abrazó desde atrás aprovechando que Fushimi había dejado libre su brazo, rodeando su torso y apoyando su frente en la nuca del menor.

—No andes de pesado tan temprano–se quejó con un tono aún adormilado—, hace calor.

Era invierno ¿quién le creería que hace calor cuando tenían todas las sábanas que pudieron conseguir encima? Sabía que al menor no le agradaba que estuvieran tan acaramelados, pero era algo que no podía evitar. Deseaba poder abrazarlo todo el día, percibir el débil y fresco aroma de su shampoo, sentir el ritmo de su corazón bajo la palma de su mano al rodearlo por completo, estar con él tanto como pudiera, que le permitiera demostrarle cuánto lo quería.

Hidaka posó sus labios sobre la espalda del moreno, notando un ligero estremecimiento en el cuerpo que apresaba al hacerlo. Depositó pequeños besos por toda la extensión de su cuello y de regreso hasta su espalda, sin poder contener una sonrisa ante los suspiros y temblores de Fushimi al sentir cada roce.

—Para que quede claro, no vamos a hacerlo. –Sentenció Fushimi, girándose para quedar de frente al mayor.

—Está bien, solo déjame estar así un rato más. —Respondió sin rodeos.

Fushimi desvió la mirada al notar el brillo en los orbes contrarios ¿cómo podía tener una expresión así por algo tan insignificante? Cierto era que seguía preguntándose cómo había terminado así, dejando que Hidaka le abrazara y mimara tanto como quisiera aunque a él le fastidiara la sola cercanía; por lo mientras se debatía entre si decirle o no que se pusiera algo de ropa al menos –y claro, él mismo también—.

Aun así, el estar con Hidaka era tranquilizante de alguna manera. Los días en que prefería estar solo, sin nadie que le molestase, se reducían; lo tedioso que le parecía el trabajo de oficina encontrándose en la misma habitación con todos los integrantes de la fuerza especial ya no era tan intolerable; los momentos en que el mayor se las ingeniaba para robarle un beso durante el día o únicamente hablar con él, deseaba que se incrementaran. Y a pesar de que eso le parecía demasiado problemático, esperaba tener algo de tiempo libre para pasarlo junto a él.

UNREAL | HiSaru | K ProjectDonde viven las historias. Descúbrelo ahora