¿Imposible?

Cap1

Secundaria. 

Esa pequeña parte de nuestras vidas donde todos y cada uno de los adolescentes pasamos por diversas faces, en distintos momentos de aquellos largos años de estudios. Entre ellas pueden estar amar, sufrir, llorar, reír; faces las cuales las pasamos con diferentes personas, los mas allegados por ejemplo. 

Estar en la secundaria tiene ventajas y desventajas. Las ventajas serian el pasar tiempo de exclusividad con personas importantes, como los típicos amigos inseparables en este caso tengo dos; Dos maravillosas personas que me hacen la vida un desastre pero aun así no puedo quejarme. Mi vida sin esas personas no sería igual. Por otro lado las desventajas es mas corta y precisa... Estudiar. Pasar tiempo de provecho en un salón de clases lleno de compañeros los cuales la gran mayoría no me caen pero aun así intento soportarlos porque como dicen los profesores ''somos una familia'' y ya que estamos hablando de profesores viene la parte mas molesta ''los profesores son nuestros segundos padres''; dicen cada uno de ellos con la excusa de que pasamos mas tiempo en el liceo que en nuestros hogares. 

  Cada mañana se puede decir que es lo mismo, me levanto pensando las ventajas y desventajas por las cuales debo o no debo asistir al liceo. Es un largo recorrido entre levantarme de la cama e ir a ducharme y vestirme para irme, un largo recorrido aun sabiendo que faltan 10 minutos para las 7:00 am. Posiblemente hoy también llegue con los ojos hinchados y la sabana marcada en la mejilla pero que mas da? ni que fuera a guiñarle el ojo al primero que me pase por el frente. 

Lo mas rápido que puedo salgo de mi casa, gracias a Dios tengo la grata suerte de que mi adorado segundo hogar llamado liceo queda a una cuadra de mi casa -Notese mi gran sarcasmo-. para mi desgracia no me dio tiempo de desayunar pues, supongo que incluso ya sonó la campana. 

Al entrar todos ya estaban en sus aulas, mis suposiciones eran muy ciertas. Llego al aula 1 y todos ya estaban viendo nuestra respectiva clase de hoy. Busco con la mirada a Ambar y franchesca; no puede ser, han llegado antes que yo cuando estas dos siempre llegan después. 

 -Buenos días- Digo casi en un susurro, por vergüenza en ser la ultima en llegar; aunque no puedo prometer que me levantare mas temprano porque es casi imposible. 

-Buenos días Elena, puedes pasar, acabamos de entrar al salon- Dijo mi profesor de matemáticas. Gracias a todos los dioses, por un instante pensé que ya habían comenzado sin mi. Entre Ambar y franchesca había un asiento vació. Entre a paso rápido sentándome en el.

-Pensamos que ya no venías, pero ya sabes sabemos lo que te cuesta levantarte cada mañana- dijo franchesca, pensándolo mejor, que loco que me diga eso a mi si la que pasa horas maquillándose cada mañana para venir es ella. Ambar por otro lado es mas sencilla, si ella llega tarde tiene una escusa muy razonable (vive lejos). 

-Aquí estoy, ya llegue, con hambre a horrores, con la sabana marcada en una mejilla y mis pequeños ojos mas hinchados de lo normal, pero aquí estoy, horriblemente espantosa para una mañana pero lo importante es que llegue ''casi a tiempo''- las dos ríen ante mi comentario y la clase comienza. Procedemos a sacar nuestros respectivos libros de matemática. Para ser sinceros lo menos que hacemos las tres es prestarle atención a la clase, ya que no podemos interrumpir hablando siempre sacamos una hoja de nuestro libro y empezamos a dejarnos notas y leerlas.

Nota 1 Ambar: -Pronto serán tus 15 años Elena, estas lista para presumir vestido, tacones y corona?- Me pasa la nota a mi, la leo y respondo: -Solo es una simple fiesta y aun faltan unos días relajate. Aunque si, mas que todo me emociona el vestido, ni idea como haré para que mi pequeño cuerpo entre en esa gran montaña de tela-