Capitulo 1

136 1 0
                                    


Mientras sus ojos siguen brillando, me siento cada vez peor, lo hice llorar... de nuevo le he vuelto a causar daño, ¿Cuánto me odio?, ¿Cuánto me ama?

¿Hasta dónde es capaz de soportar el dolor y el desprecio una persona que ama?, ¿hasta dónde es capaz de soportar el amor?

En estos momentos cuando mis labios permanecen cerrados, pero mi mente se pregunta un millón de cosas, es cuando comienzo a odiarme lentamente, a pensar en todo el daño que le he hecho, a pensar en todo el daño que le he hecho a todos, no quise dar marcha atrás en mis decisiones y ahora estoy deseando borrar todas mis acciones, todo mi pasado, todo lo malo que hice, el dolor que cause, las mentiras que dije, las personas a las que deje, quisiera volver atrás en el tiempo pero no puedo, no podré.

El chico que esta frente a mí me está gritando, ¿Dónde está esa voz tan dulce con la que siempre me hablaba?, desapareció.

-Lárgate- lo grita una y otra vez, pero no puedo irme, no me muevo, solo sigo ahí, viendo sus lágrimas derramarse a través de sus mejillas, esas mejillas que bese tantas veces antes, me odio.

Y por fin decido que hacer, me marcho, salgo corriendo de ahí, no sé a dónde voy, pero al final no me importa, soy la peor persona del mundo, cruzo calles sin mirar, escucho gritos de personas pero no me detengo a mirarlos sigo avanzando, lejos de mí, de mi antigua vida, buscando un perdón por las casas abandonadas de la ciudad, pero nadie me perdonara.

Entro corriendo al viejo edificio en el que todo comenzó, mientras estoy subiendo las escaleras, me siento cada vez con menos aliento, mis pisadas cada vez son más lentas, mi corazón poco a poco pierde las esperanzas.

Una vez conocí a un ángel y le arranque las alas, me grito lárgate y eso es lo que hago, pagare por todo lo que he hecho, empiezo a imaginar el viento en mis mejillas, ¿Se sentirá bien volar?

Abro la puerta y estoy en la azotea de mi antiguo edificio, en la azotea en la que una vez hice el amor, los recuerdos me queman el alma, arden en mi pecho, puedo oler mi carne quemándose, ¿Por qué lo hice?

El viento eleva mi camisa y alborota mi cabello rizado ya no es tan largo como antes pero aun así sigue siendo hermoso, aunque la hermosura no fue hecha para mí, todo lo que toco se pudre, el amor se pudrió, mi vida se pudrió. Un paso hacia adelante, la decisión fue tomada en un instante, no puedo más.

A mis pies la ciudad, con sus jóvenes enamorados, con sus perros abandonados, sus prostitutas, sus hombres golpeadores, pero también sus familias felices, sus policías gordos. A nadie extrañare, solo a él. Y a mí, ¿alguien me recordara?

Un último respiro antes de tirarme al vació, un último recuerdo de como fui feliz y como lo arruiné todo. Perdón. Mil veces perdón. Estoy arrepentida. Pero nada puedo hacer.

Salto.

Aire golpeando mi cuerpo, frió, congelado, puedo volar.

Alma de ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora