∆√28 Días Ardientes√∆

Capítulo 1

Día 1

Me desperté sobresaltada, no por el despertador, no por una broma, ni por un mal sueño.

Por una ola de calor inmensa que hizo que a mi cuerpo entero le diera un escalofrío, fui al baño de mi habitación a mojarme y ducharme con agua fría, al salir vi mi móvil sobrepuesto en la mesita de noche, vi la hora y eran las 03:46 , frunci mi ceño y a pesar de darme esa ducha, mi cuerpo seguía produciendo esa humedad llamada sudor.

Una vez me vestí, decidí abrir las ventanas que daban a la calle principal del barrio y nada más en ese momento, mi piel se erizo por completo provocando una pronunciación a mis padres

-¡Máma, papá. Despierten, tienen que ver lo que ocurre! -avise sin obtener respuesta por parte de ellos provocando una gran preocupación y tratando de no acertar en lo que pensaba que les sucedía

Bajé las escaleras, tropezando con uno que otro escalón haciendo que callera boca abajo abrazando el extrañamente cálido suelo. Me levanté fijando mi mirada a mis manos y rodillas rasguñadas por la fricción provocada al caer.

Me límite a abrir todas las ventanas disponibles de aquella sofocante casa. Al abrir la puerta de la casa, mis ojos se abrieron como plato, haciéndome temblar del miedo, no solo humedad de mi cuerpo salía, mis ojos se llenaron de la misma acuosa ecensia natural del cuerpo humano.

-Esto no es real -susurré para mi misma rogando que mis palabras sean reales y no lo que esta sucediendo -Este... Es mi... Sueño

Corrí dirigiéndome a la habitación de mis padres, parándome en seco, mire mis pies delcalzos, al lado de ellos se encontraba la misma fotografía en la misma posición y a la misma distancia que aquel sueño. Irónico. Me digné a recogerla entre mis manos y era exactamente la misma imagen.

Sin más distracciones camine a paso lento a la alcoba de mis padres deceando no encontrarme con aquella misma escena. Y así era. Mis padres se hallaban descansando eternamente entre las sabanas con aquella piedra que odiaba con toda mi alma.

Me acerqué a ellos, mis lágrimas parecían verdaderas gotas de lluvia de lo rápido que descendían de mis lagrimales. Con la manga de mi blusa les limpie ese liquido rojiento que bajaba de sus imperfectas narices. A pesar del calor insoportable esta bluza lograba que el soló se concentrara el calor que mi cuerpo producía, impidiéndole el paso a los rayos de luz que quisieran atravesar entre ella. Un regalo de mi misma.

Me inque a los pies de la cama matrimonial donde descansaban mis padres, abrace mis piernas pensando que todo esto era únicamente culpa mía.

***

El sol pareciese crecer cada vez más pero, por ahora conservaría su tamaño por un prolongado tiempo, era de un color carmesí, acompañado de el cielo casi del mismo color que el primero. No había presencia de nubes y el cálido viento resoplaba las copas de los árboles meneandolos como si fueran marionetas.

Estaba segura de que no era la única persona de este planeta viviente, eso era infalible. Pero aun así era como si la humanidad entera se hubiese evaporado en unos cuantos segundos.

-Alto ahí -una voz desconocida me saco de mis pensamientos, logrando detener mi inconclusa caminata, me apuntaba la espalda con un objeto afilado que aunque no lograse tocar mi piel, hundía mi blusa en forma de un cono.

-Date la vuelta.

Gire mi mirada y cuerpo a esta persona, encontrándome con un chico casi de mi mismo tamaño con una cara completamente roja penetrando su blanquecina piel.

-Estas quemado.

-E-eres una chica -bajo efectivamente su navaja, apartándola de mi

Entonces es donde caí en cuenta, su frente estaba cubierta por esta misma joya que no se logran apreciar a la perfección por su desordenado flequello, quien rápidamente se aparto un molesto mechón castaño de su rostro. ¿Cómo es que no le ha hecho nada? Se suponía que en el sueño todos los que la tuvieran fallecían de forma violenta debido al sobrecalentamiento de su cerebro.

-¿Cómo es que -pause pensando bien y dudando a la vez mis palabras-... sigues vivo?

-Eso mismo me pregunto, al igual que tú ¿cómo es que sigues viva sin... Tener ese coso en tu cabeza -respondió inseguro mostrando una mueca que no supe descifrar

-"Coso" no es una palabra que exista -suspiré dudando si contarle o no lo que sucedía por miedo a equivocarme- Es un Centrifus es un aparato que aparentemente aparece cuando el cerebro de una persona deja de funcionar debido a un sobrecalentamiento en éste ultimo, pero eso es irrelevante, quisiera saber como es que al tenerlo tu cuerpo sigue funcionando normalmente.

-¿Cómo sabes eso en el poco tiempo que sucedió todo? -Pregunto preocupado evadiendo mi pregunta debido al no tener una respuesta, dirigiendo su mano a el centrufus para luego restregarla con sumo cuidado

-Una corazonada.

Confundido, el solo fruncio el seño

Mis brazos se dirigieron a mi frente quitando el excesivo sudor de mi rostro. El chico fijó su mirada a la manga de mi blusa observando las pequeñas manchas rojisas plantadas en ésta.

-Eso... esas, ¿son manchas de sangre? -comento apenas, perplejo-. ¿A quién mataste? -habló contestandose a el mismo planteando a la vez otra pregunta

-A mis padres.

-¿Qué? No hablas en serio -rie nerviosamente.- ...C-cómo pudiste... son tu familia, a pesar del el daño hecho, ellos te dieron la vida, no puedo creer qu--

-¡No fue intencional! ¡¿Entiendes?! ¿¡Acaso crees, subnormal, que mataría a mis padres con querer, sabiendo que son lo más importante de mi vida!? ¡Dime! ¡¿Cómo?! -exclamé ya con mi paciensia en el el cielo

El igual tenía razon, ellos me dieron la vida y yo podria haberles salvado la de ellos. Pero, no fue suficiente, en mi mente decia que debía seguir insistiendo y no ser una (persona que se guarda las cosas para ellas)

-Lo siento... yo -intentó remediar sus palabras anteriormente dichas pero, no tenía de qué disculparse siendo que, basicamente decía la verdad.

-Descuida, yo... solo me iré.

-¿Pero, dónde? -dijo quitándose el sudor de la frente

-Eso mismo me pregunto yo -me dispuse a intentar dibujar una sonrisa en mis labios pero termino por salir una mueca nada parecida a lo que pretendía, a lo que él correspondió con una muy bien formada y calida.

Cgat Off