Alambrada

4 0 0
                                    

Correr.

Solo pensó eso.

Correr hasta quedarse sin aliento y llegar hasta la injusta barrera que le separaba del mundo.

Por un momento sintió de cerca la libertad, respirando su aroma a través del metal oxidado y el alambre de espino.

Entonces, le dispararon.

MicrocuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora