El nuevo huérfano

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Un día como otro cualquiera en el orfanato... Si no fuese por una noticia que si bien no es tan importante, podría afectar a nuestros jóvenes protagonistas

Atención chicos, tengo que presentaros a alguien- Con la dulce y serena voz que caracteriza a una madre, Maria se hace sonar en el lugar- ¡¿Alguien nuevo?!- Esta noticia parece haber llamado la atención de nuestro esqueleto más joven- ¡Vamos, Sans! ¿A que esperas?

No hay prisa Paps, el nuevo no se va a ir a ningún lado- Mientras su hermano pequeño corretea y da brincos como de costumbre (Quizás incluso un poco más animado), Sans va tan perezoso y sin prisa como siempre. Arrastrando los pies por el suelo, demostrando así su título de "Encerador de suelos oficial del orfanato"

¿Porque eso también lo hacían en la edad media, no? ¿No? Bueno, da igual

¡Pero quiero hacerme su amigo antes que nadie!- La cara ilusionada y determinada del pequeño conmueven una vez más al negro corazón de su hermano- Adelantate, yo tengo cosas que hacer

Y sin pensarlo dos veces, el pequeño sale disparado en dirección a Maria y el nuevo. Quizás incluso más rápido que en la carrera

¡¿Que me he perdido?!- Papyrus llega como un rayo a la escena, sin sorprender demasiado a los ya acostumbrados de él compañeros que alrededor de la encargada se han reunido. Detrás de esta se puede ver a una pequeña figura esconderse- No te preocupes Papyrus, llegas justo a tiempo. Ahora mismo iba a presentaros a todos a...- Pero sin darle tiempo de acabar y escuchando el nombre y voz del pequeño, el nuevo se abalanza sobre Papyrus aferrándose a el como una lapa

Paps...- El pequeño, de una edad aproximada a la de Papyrus. Ahoga su quebrada voz al pegarse demasiado al cuerpo del otro.

Es un monstruo insecto de una baja estatura... Media considerando la especie a la que pertenece. Sus largas antenas y brazos son lo que más llaman la atención de él, (Además de sus piernas, algo más largas de lo que parecen) junto a su aspecto que a la mayoría les recordaría a una cucaracha (Si no fuera por sus afilados dientes y blancos ojos, fácilmente visibles en la oscuridad)

Oh, Papyrus... ¿Ya conocías a Migosp?- El pequeño le devuelve una mirada tan confusa como la de Maria, mientras cariñosamente acaricia la espalda del insecto- No, no lo conocía ¡Pero encantado de hacerlo ahora!- A Papyrus se le dibuja una sonrisa de oreja a oreja, y le regala una de sus brillantes miradas a Migosp... Quien sin previo aviso se aleja de la escena, sin siquiera mirar a los presentes y rechazando así el regalo de su nuevo amigo

¿Que pasa?- La encargada, cada vez más confusa no entiende nada. Y ya que Papyrus tampoco, le devuelve la misma mirada que antes. Todavía con una sonrisa, pero esta vez una incómoda

UndeReigns: PapyrusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora