Encerrada en el pasado.

El collar

Rara. Esa mañana me sentía rara. No sabía por qué ni nada, pero quizás el hecho de soñar con un collar que, por arte de magia, ahora mismo tengo entre mis manos, era lo que me hacía sentir así. Este collar, lo he visto en algún sitio, pero no sabría decir exactamente en cual.       Solo sé, que  no estaba aquí ayer, cuando me fui a dormir, y esta mañana ha aparecido en mi cuello. Apostaría que es un enigma al que me está retando mi pasado, y si es así, estoy dispuesta a averiguarlo.

Tengo un recuerdo minúsculo de este collar. En realidad no es un recuerdo, sino un sueño.         He soñado con este collar en dos ocasiones, y en las dos me ha pasado algo muy .....                     

La otra vez que soñé con él, me pasó algo muy extraño. Es como si estuviera revelándome algo de mi pasado. En el sueño, aparecía yo, con mi peluche de osito en la mano, y una señora extraña llorando a mi lado. También recuerdo, que esa señora fue la que me dio mi osito, y minutos después, se iba ella sola en su coche, dejándome a mí, por la noche, a las puertas de lo que es ahora mi nueva casa. De repente me desperté bruscamente de mi sueño, y vi que tenía una estrella dibujada en mi brazo. Intenté borrarla, pero nada, no salía. La estrella es exactamente la misma que la de mi collar, y me extrañó bastante, porque nunca había visto algo tan bonito como eso. 

En fin.... Volvamos a donde estábamos. La mañana en la que apareció mi collar.                                 Esta vez, solo soñé con un escrito. El escrito decía:

"Une tu destino, no cambies el futuro"

Me asusté. Me asusté tanto que sin querer solté mi collar, que se calló encima del dibujo de la estrella de mi mano. Al alinearse las dos estrellas, salió una luz cegadora, y de mi collar salió una foto de una mujer bellísima. En la foto había un papel pegado, y el papel decía:

Hola Sofía. Si estás leyendo esto, es porque has recibido el mismo don que yo. Así es, el don que te permite soñar con tu pasado. Perdona que no me haya presentado: soy yo, Marina, tu madre.

En ese momento me iba el corazón a mil. No sabía si reír o llorar, y de tan nerviosa que estaba, hasta me caí de la cama, lo que hizo que mi collar y mi dibujo de la estrella se desalineasen, y desapareció la foto. Intenté volver a alinear las dos cosas, pero ya no funcionaba. Mi collar había dejado de brillar. No era justo. Gracias a mis nervios, había desperdiciado esa ocasión de saber algo más, aunque fuera algo sin importancia, y en ese momento, lo hubiera dado todo por volver atrás en el tiempo, y seguir leyendo esa carta, pero ya no se podía hacer nada.

No recuerdo cuanto tiempo fue, lo que si recuerdo es que me pasé un buen rato sin hacer nada, simplemente enfadada conmigo misma, por no poder controlar los nervios, y no pude con tanta presión, así que me eché a llorar. Estaba tan cansada que me dormí. Y, por suerte, pude soñar con algo más.