Mi Hotel Ideal

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—¿Hotel? —preguntó con una sonrisa.

—Trivago —suspiré con tristeza.

Él era tan comprensivo, me ofrecía tantas cosas en tan pocos minutos y su sonrisa llegaba a mi alma cada vez que simpatizaba con mis problemas financieros. Podía reconocer su voz en cualquier lugar, sentía una gran presión en el pecho cada vez que lo escuchaba recitar las mismas líneas una y otra vez; era imposible alejarlo de mi mente y estoy segura de que todos a mí alrededor se sentían de la misma manera, pero yo... yo sentía algo más profundo.

Esta es la historia de un amor tan imposible como conseguir un mismo precio para una misma habitación al buscar un hotel en internet.

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Recuerdo que todo comenzó un día cualquiera mientras estaba recostada en un sillón de mi casa viendo televisión, casualmente ensimismada en la fantasía de querer viajar, fue entonces cuando lo vi...

La pantalla de mi televisor se llenó de colores azules y blancos mientras él hacía su aparición, dirigiéndose a mí con aquella confianza, siendo asertivo con cada palabra que decía. Fijé mi atención en el anuncio, preguntándome si se trataba de otra falsa publicidad más, de esas en donde prometen mil cosas y no cumplen con ninguna una vez que ya exprimieron tu dinero; pero era diferente, él era diferente. Nuestra primera conversación surgió sin que yo dijera una palabra, pero poco a poco me soltaría aunque él no podría ver a través de mí.

—¿Has buscado alguna vez algún hotel en internet? —interpeló de repente.

"Como si realmente te importara" pensé con fastidio.

—¿Has visto la cantidad de precios diferentes que hay para la misma habitación?

"Es evidente que ese tipo de cosas ocurran" torcí los ojos. Sin darme cuenta, estaba haciéndome la dura.

—Trivago te ayuda a comparar los precios de más de setecientos mil hoteles... en más de ciento setenta y cinco páginas web —afirmó.

"¡¿Qué?!" abrí los ojos "¿Cómo es posible?" poco a poco mi mandíbula comenzaba a caerse.

—En vez de perder tiempo y dinero, Trivago te lo hace fácil para que encuentres tu hotel ideal al mejor precio. —Su media sonrisa duró tan sólo un instante, pero derritió mi corazón—. Sólo entra a Trivago.com y escribe tu destino.

"¿Quién eres...?" suspiré embelesada.

—Selecciona en dos "clicks" la fecha de llegada y salida... —Miró en mi dirección—. Y busca.

Sentí un escalofrío cuando su mano tocó la pantalla, fingiendo buscar un hotel. Entonces dejé de prestar atención a sus palabras. No podía estar pasando.

—¿Hotel? —dijo de repente. él había desaparecido pero su voz seguía presente— Trivago.

Y finalizó el comercial.

Ese, nuestro primer encuentro, fue tan inesperado para mí, tenía tantas dudas: ¿quién era él y cómo podía estar tan seguro de que encontraría mi hotel ideal?, ¿por qué aparecía tan de repente en mi vida y justo cuando menos dinero tengo?, ¿cómo se atrevía a desafiarme a viajar? Y por sobre todas las cosas, ¿cómo podía ser tan atractivo? Sin darme cuenta, me había enamorado de Mr. Trivago...

Tras aquel acontecimiento tan profundo, me pasaba los días frente al televisor, esperando encontrarme nuevamente con él y su sonrisa tan fascinante que me aceleraba el pulso en un instante. Un día, mientras caminaba por las calles de mi ciudad, escuché a algunos niños recitar el comercial entre risas, algunas personas hicieron muecas de desagrado y fastidio, el resto se dedicaba a ignorarlos, ¿era posible que nadie viera lo encantador que era ese momento? Llegué a casa indignada, Mr. Trivago era una estrella infravalorada, era tan injusto; pero eso quería decir que muchas personas sabían quién era, ¡debía concretar un encuentro con él antes de que fuera demasiado tarde! Fue entonces cuando decidí que era hora de arriesgarme, era hora de encontrar mi hotel ideal.

Debía haberme vuelto loca, ¿cómo iba a encontrarlo si ni siquiera conocía su nombre? Mr. Trivago parecía ser la persona más misteriosa de la Tierra, quizás por eso sentía tal atracción. Tenía el pulso acelerado cuando encontré mi pasaporte entre los cajones de mi mesita de noche. Necesitaba dinero, así que llamé a mis padres con urgencia y éstos se negaron a darme el más mínimo céntimo. Me eché a llorar, ¿por qué no comprendían mi amor hacia Mr. Trivago? Sin embargo, no iba a rendirme.

Encontré algunos trabajos de medio tiempo, dejé mis estudios y me enfrasqué en conseguir mi propio dinero hasta haber reunido lo suficiente para unas vacaciones decentes durante un par de días. El esfuerzo de aquellos meses había valido la pena. Estaba tan nerviosa y emocionada por aquel viaje, que había pasado por alto el detalle más importante, ¿cómo iba a encontrarlo? Acababa de ingresar a trivago.com cuando la decepción me golpeó tan fuerte que me caí de la silla. Mr. Trivago, tan cerca y tan lejos... No podía dejar de llorar, acababa de perderlo todo por alguien que era incapaz de conocer.

Me pasé los días en desolación, con la miseria adornando mi habitación. Todo lo que hacía era mirar el comercial una y otra vez, sintiendo aquel gran dolor en el pecho, recitando cada palabra junto a él. De una cosa podía estar segura, quizás nunca podría declararle lo que sentía, pero me había dado las herramientas necesarias para viajar, no podía decepcionarlo de esa manera, debía encontrar mi hotel ideal. Me armé de valor antes de regresar a la página web que había roto mi corazón una vez y simplemente coloqué la palabra "isla". Fue tan sencillo que creí que iba a llorar, Mr. Trivago tenía razón, realmente era así de fácil.

Cuando llegué a mi destino, la magia de las vacaciones me inundó por completo, comencé a recuperar mi felicidad. En mi último día en aquel hotel tan perfecto para mí, encendí la televisión, encontrándome una vez más con mi amor imposible. Le devolví la sonrisa cuando me sonrió, recitando las mismas palabras de siempre. Pero era hora de superarte, amor mío. 

—¿Hotel? —preguntó Mr. Trivago con una sonrisa.

—Trivago —suspiré con tristeza y apagué el televisor.

Fin.

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Esta es probablemente la peor historia que jamás he escrito, pero me divertí bastante haciéndola y por eso decidí compartirla, bai.

¿Hotel?

Trivago

Conociendo a Mr. TrivagoWhere stories live. Discover now