Sorry not Sorry (WooYu/PENTAGON)

Primera Parte

Primera Parte:
WooSeok y sus varias confusiones de la mañana

WooSeok solía ser bastante distraído.

No era distraído en una medida excesiva, pero sí pasaba que por lo menos un día a la semana, ni siquiera sabía qué día era, o dónde se encontraba, o a qué hora hacía tal o cual cosa.

Y aquel era uno de esos días.

Cuando la alarma sonó, el cielo apenas había comenzado a aclarar y faltaba por lo menos una hora para que saliera el sol. WooSeok procesó el hecho de que ninguna otra alarma sonaba y apagó la suya, recordaba también que Hui les había dicho que tenían el día libre, pero por más que lo intentó, no logró acordarse de la razón.

Volvió a dejar el móvil sobre el buró y miró el techo sin darle mucha importancia, era muy temprano para hacer cualquier cosa además de dormir. Se acostó una vez más en la cama. Aún estaba semi-dormido y seguía teniendo muchísimo sueño, así que en cuanto cerró los ojos, pudo sentir cómo la somnolencia se apoderaba de él y su mente se desconectaba de la realidad en la que la alarma lo había despertado, la oscuridad de su ceguera comenzaba a disiparse mientras se formaban sus sueños confusos por el brillo y los colores, todo en WooSeok comenzaba a relajarse y disfrutar del profundo sueño que lo invadía, al fin podía descansar y su interior sentía la paz de la tregua...

Hasta que sonó la segunda alarma.

WooSeok prácticamente se retorció en la cama cuando el tono comenzó a sonar.

Los ojos del maknae se abrieron con sorpresa, irritación y pesadez, y estaba casi dispuesto a apagar otra vez la alarma, pero echó una pequeña mirada a su alrededor y sus esperanzas de seguir durmiendo sin que HongSeok le reprendiera y Hui le golpeara, se destrozaron. Era el único en la habitación y el sol que se escondía directamente tras las cortinas de las ventanas (las cuales estaban orientadas hacia el este) le indicaba que ya era media mañana, y que, incluso siendo un día de descanso en su agenda, debía levantarse y hacer algo productivo con su vida.

Apagó la alarma y se sentó en la cama, juntando toda su voluntad para no volver a acostarse, ya que corría el riesgo de caer dormido en cuanto su cuerpo reposara sobre el suave colchón.

—Esto es horrible —murmuró posicionando bien sus pies en el suelo.

Se levantó con lentitud, su pesado cuerpo se estabilizó sobre sus pies y comenzó a caminar a trompicones hacia el baño, para poder darse una ducha y así quedar limpio y bien despierto para un buen día de descanso.

El ritual de limpieza y embellecimiento de WooSeok tardaba, por lo general, unos veinte minutos cronometrados, lo cual era mucho tiempo para algunos miembros, pero bastante poco para otros, así que nunca nadie le reclamaba al más alto por cuánto se demoraba en el baño del lugar.

E incluso así, nadie lo molestó durante todo aquel tiempo.

El menor de Pentagon ya estaba bastante extrañado cuando se dirigió al salón (donde los demás chicos solían estar siempre viendo televisión, jugando con las consolas, leyendo o solo conversando entre ellos) y solo vio una cabellera negra que sobrepasaba el respaldo del sillón, con la televisión prendida y las imágenes con un audio en japonés que se marcaban de forma muy distinguible.

—Buenos días, Yuto —saludó acercándose al mayor hasta poder verlo.

—Buenos días, WooSeokie.

—¿Por qué no hay nadie aquí?

—Salieron, la mayoría tenía cosas personales que hacer, así que fueron salieron durante la mañana, uno por uno, hasta que solo quedé yo... —explicó el japonés—. Y tú, que estabas roncando en la cama.