Mágicas Princesas - One Shoot

Había llegado el ansiado día y podía ver en sus ojos esa felicidad que solo había visto en el dos veces, la primera cuando nos conocimos y la segunda cuando el acepto ser mi esposo y compartir los días de su vida junto a mi. 

Nuestra vida realmente había sido una montaña rusa, con subidas y bajadas, a veces dolía tanto que uno se rendía,si… ese era yo pero el siempre estaba para mi. Calmaba mis enojos, secaba mis lagrimas, me hacia sonreír y me levantaba cada vez que ya no podía, el era y es mi motivo. A aun no se como llegaste a mi vida Harry Styles, aun no se como te deje entrar, aun no se como aguantamos tanto, aun no se como pudimos romper todas las barreras de una sociedad cruda y despiadada, tal vez si lo se, ahora lo se. 

Lo se y lo puedo sentir, se porque aguantamos todo, se porque sentí ese ese sentimiento indescriptible que solo lo había sentido una sola vez en la vida y fue cuando aquella noche me besaste y luego… recuerdo que luego de ello lloraste.

- Lo siento… - dijo el menor mientras bajaba la cabeza y sollozaba. 

- Tranquilo… - dijo el ojiazul mientras lo miraba y bajaba su rostro para poder verlo mejor e internarse en los ojos esmeraldas de Harry, luego miro sus labios y era inevitable no hacerlo, este segundo beso fue aun mas cálido que el otro, aun mas suave, aun mas duradero, aun mas increíble. El menor se quedo sorprendido por un momento para luego cerrar sus ojos y dejarse llevar por aquello que en ese momento invadía todo su cuerpo, aquello que ambos no podían controlar, aquello que no tenia nombre porque ambos lo estaban sintiendo por primera vez, aquello que mas tarde se convirtió en una de las mejores historias de amor.

Lloraste de miedo, lloraste porque sabias que esto no seria fácil, lloraste porque sabias muy dentro tuyo que esto no se podría detener, porque era mas fuerte que nosotros dos, lloraste por que muy dentro de ti sabias lo que mas tarde tendríamos que vivir, lloraste porque sabias que íbamos a estar separados, que íbamos a tener que ser hipócritas, que tendríamos que ocultarnos, que uno de los dos tendría que besar otros labios, agarrar otra mano y abrazar otro cuerpo. Y yo también lo sentí pero solo quería ser valiente para ti y por ti, porque tu lo merecías, y así fue nuestro primer beso. El mas hermoso, el mas indescriptible, el mas suave, el mas amoroso y el mas miedoso, es gracioso, pero los dos eramos como dos cachorritos abandonados pero al fin y al cabo juntos. 

”Buenos días amor!” Me escape de mis pensamientos por un momento y otra vez estabas aquí con una taza de te, y esa sonrisa que ahora podía ver todos los días al despertar. ”Buenos días tonto” dije mientras jalaba su brazo para que se sentara a mi costado.

 Ver a Louis despertar era una de las cosas mas maravillosas en el mundo, la otra seguro seria ver despertar a nuestros hijos. El estaba ahí, sentado  sosteniendo mi mano mientras tomaba su taza de te, hoy era un día muy especial. Nos quedamos callados por un momento, y yo no podía evitar no observarlo, era maravilloso tenerlo aquí, algo despeinado, con un poco de barba y desayunando. 

A veces me peñiscaba para saber si todo lo que nos estaba pasando era verdad, si Louis era de verdad, porque antes pensaba que el era un ángel, esos que el Señor envía del cielo para hablarnos del amor, esos que llegan en el momento indicado y están ahí para ti, cuidando de ti, porque eso hacia Lou cuidaba de mi.

Esta mañana tenia sentimientos encontrados, y mi felicidad desbordaba de mas, mientras lo seguía observando me puse a pensar en nuestro matrimonio porque hoy estaba exactamente como ese día.

Habían pasado dos años desde que  el contrato había vencido, nosotros habíamos decidido trabajar con otra empresa de managers, con un contrato nuevo. Los chicos estuvieron de acuerdo en esta decisión, ellos sabían que no solo los dos podríamos ser libres sino los cinco, porque todos estábamos en esto, queríamos seguir dando música, queríamos seguir explotando nuestro talento, queríamos ser nosotros mismos.