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-Daniel .- Llamó la madre del castaño. Pero no consiguió respuesta alguna.- llegaremos tarde, cariño. Ya es hora de ir.

-Ve sin mí.- Respondió mirando hacia la pared blanca acostado en la cama que compartía hace sólo unos días con su novio.- La señora sólo miró al suelo sintiéndose mal por su hijo.

-Vamos, cariño. Todo es por algo, tal vez si pasó esto es porque viene algo mejor para ti.., - dejó de hablar ya que el menor la interrumpió.

-¿Todo es por algo?, ¡¿para mejor?!, madre, murió lo único que me hacía feliz en esta vida, dejó de existir la razón de que yo dejara de estar triste, y tú me dices que algo mejor viene.., él es lo mejor que he tenido en mi vida, y nada en un millón de años podría igualar lo que yo sentía por él.

-Dan, hijo, sé que él era especial para ti, pero yo te ayudaré a superar esto al igual que tus amigos.- la mujer mayor trataba de darle ánimos.

-Madre, no has estado en los momentos donde más necesitaba de ti, no estabas cuando lloraba por las noches. Él sí, no sé qué será de mí sin su presencia en mi vida.- dijo el castaño sin mover un músculo en la cama.

-Perdón por todo esto. Sé que no he sido la mejor madre del mundo. Estoy conciente de eso y sé también que jamás podrán servir mis disculpas, pero ahora estoy aquí, tarde, pero estoy aquí contigo. Ahora levántate porque después te arrepentirás y harás esto mucho más difícil, Daniel.- dijo ella terminando con un tono más duro, ella sabe que si no va a ver a Phil se arrepentirá toda su vida y probablemente no se lo perdone a él mismo.

-Está bien. Espérame afuera, por favor.- respondió finalmente el castaño y su madre le hizo caso.

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Habían familiares, amigos y pues, Dan. Todos podían ver lo devastado que estaba en la silla de espera, eran sólo principios de mitad de año cuando pasó el accidente, más bien tragedia.

El chófer del gran camión iba por la carretera y perdió el control, se dio cuenta que los frenos estaban rotos y sólo vio por su ventana cómo el auto que estaba en frente de él se revolcaba por fuera de la pista.

Los doctores corrían..., y él solo observaba cómo perdían a su amado en esa camilla. Mientras sentía las lágrimas correr por su rostro y deseando estar en el lugar del joven de ojos azules.

No podía creer que todo esto estaba pasando, no lo soportaba, elevó la vista cuando empezó a escuchar las cadenas girar haciendo que el ataúd empezará a descender. Aquí viene la lluvia nuevamente, cayendo desde las estrellas y empapado en mi pena nuevamente.

Fue ese momento cuando comenzó a caerle las lágrimas y no encontró mejor idea que irse corriendo hacia su casa que quedaba cerca del cementerio.

La madre lo siguió sigilosamente y tocó la puerta del cuarto de su hijo, pero sólo recibió unas palabras llenas de lágrimas y melancolía.

-Despiértame cuando termine septiembre.

Wake me up when september ends / P H A N.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora