Misión éxitosa

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Mantenía el cigarro entre sus labios, aspirando una que otra vez y luego expulsando el humo, era tan relajante sentir como el humo llenaba sus pulmones para después sacarlo. ¿Desde cuándo había comenzado a fumar? No lo recordaba, probablemente fue en la preparatoria después de ya no aguantar todo el estrés que los estudios y su madre le provocaban.

Agradecía ya no estar atado a ella, lo único que hacía era llamarla de vez en cuando pero, esas llamadas poco a poco se hacían menos frecuentes. No la odiaba, pero tampoco podía perdonarla del todo, simplemente no podía olvidar todos esos años en los que vivió con miedo y sin ser dueño de su propia vida, ahora solo quería vivir su vida a su manera.

La luz de la luna era lo único que alumbraba en esas calles, ya ni los postes de luz hacían bien su trabajo, únicamente podía distinguir una cabellera roja a lo lejos y era mejor así, era mejor ser cauteloso. Subió a uno de los techos para tener mejor visión, simplemente seguía al de cabellera roja, cuando este se detuvo abruptamente se acercó un poco más ocultando su presencia, tiro el cigarrillo que llevaba entre sus labios para aplastarlo mientras caminaba, cuando estuvo cerca de su objetivo vio que no estaba solo.

Alrededor de 5 personas estaban tratando de intimidar al peli-rojo, este con total tranquilidad contestaba a cada absurdo comentario que salía de las bocas de esos imbéciles y por un momento vio de reojo a su lado derecho. Un par de ojos celestes llenos de sed de sangre fue lo que pudo observar gracias a la luz de la luna llena, eso solo lo hizo sonreír aún más.

— No es bueno que se metan conmigo – comentó de manera burlona

— Nos han pagado bien para silenciarte – respondió uno bastante animado recordando la gran suma de dinero

— ¿Ah sí? ¿Quién les pago? Pueden decirme, después de todo voy a morir ¿no? – sonrió de manera sínica viendo a cada uno de sus oponentes

— Koe Nimura ¿se te hace conocido? – cuestiono el que parecía ser el líder

— Ah ese idiota, al parecer nunca aprende – suspiro cansado – ustedes son el quinto grupo que manda para que me maten, y son los quintos que no han podido lograrlo – hizo una mueca de tristeza en forma de burla mientras veía como uno a uno iban cayendo

— ¡¿Qué caraj...?! – pero no pudo terminar la oración porque había caído muerto al instante

— Muy bien Nagi-chan, pero deberías dejar de fumar – sonrió

— Claro Karma... ¿me darás un premio por protegerte bien? – cuestiono con una sonrisa "inocente"

— Mm... - hizo una pose pensativa – te lo daré cuando dejes de fumar – sonrió – pero con esto puede que sea suficiente por ahora

Sin más le dio un dulce beso, dejándole de paso un dulce con sabor a fresa, Nagisa sabía que a Karma no le gustaba el olor y por eso solo pudieron verse a los ojos completamente maravillados, después de todo habían cumplido la misión. 

Misión (KarmaxNagisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora