Mirando al techo

3 1 0
                                    

En noches como estas en que no puedo conciliar el sueño, me gusta observar el techo de mi habitación e imaginarme situaciones absurdas o incoherentes. Soy muy dada a hacer ese tipo de cosas, aunque en otras ocasiones me sirve para inspirarme a escribir como en este preciso instante. Imaginar que tengo alguna idea nueva o soñar con que algún día no muy lejano terminaré de subir los capítulos de alguno de mis libros es lo que ocupa mi mente la mayor parte del tiempo, pero siendo honesta ¿Qué importa? Pocos son los que me leen y a casi nadie le interesa lo que tenga que decir, lo cierto es que a pesar de eso sigo insistiendo.

Muchas veces me siento a recordar mi pasado y sonrió para ciertas situaciones y personas que conocí en tiempos; pero también tuve momentos de sufrimiento emocional y físico. Perdidas y decepciones. Recuerdos que nunca podré sacar de mi mente porque los llevo tatuados en el alma.
Recuerdo a mi primer y único amor:

Henry Mackouver

Recuerdo a mi primera madre cuando llegué a este mundo:

Saya Blackyē

Recuerdo a mi mejor amiga, la primera y más querida:

Ixchel Gracew

¿A quién más recuerdo? ¡Oh, sí! Como olvidarle. Mi querida hermana adoptiva:

Bellamyra Blackyē

A mí padre, tan amoroso y atento a la familia:

Diabel Blackyē

Y a muchos otros más que hicieron de mi vida entonces, más interesante de lo que pude haber creído. A todos ellos los recuerdos a pesar del tiempo transcurrido, a pesar de saber que he perdido aquellas primeras impresiones. Sabiendo que quienes son ahora, jamás podrán volver a ser lo que fueron.

A todos aunque no me recuerden, les agradezco sus cuidados, su amor y constancia. Siempre los llevaré en mis recuerdos.

Hoy, mañana y por la eternidad.

La Wea CuánticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora