I know you have a heavy heart (I can feel it when we kiss).

Es 30 de Diciembre en París. Esta oscuro y frío, y el cielo está cubierto de pequeñas estrellas. Louis está sentando en un banco del parque iluminado por la débil luz de una farola con la bufanda hasta la punta de la nariz. Y él definitivamente no está huyendo.

No lo está haciendo. Lo jura. Solo necesita un poco de variación, un poco de tiempo para sí mismo, y realmente sentía que debía pasar año nuevo en Francia, es todo. Además él había leído en alguna parte que nunca debes hacer una tradición especial fuera de la víspera de año nuevo, porque cada año es diferente, y así debe ser el final, o algo así.

Había tenido sentido en ese momento.

Pero sí. Louis no está huyendo.

Otro viento helado corre, lo que le hace temblar y se maldice mentalmente. Realmente no lo pensó, ¿verdad?

Louis todavía tiene la memoria fresca en su mente, todavía puede recordar perfectamente. Tiene la imagen clavada en el interior de sus parpados. Esa horrible imagen de Ryan y otro chico medio desnudo, gimiendo y riéndose en la boca del otro, las lenguas asquerosamente enredándose y las tiendas repugnantemente obvias en sus pantalones frotándose juntas.

En la cama. En su cama.

''Oh'' era todo lo que Louis había sido capaz de decir, y los ojos de Ryan se habían ensanchado y él había tropezado fuera de la cama, tratando de disculparse. ''Lou, lo puedo explicar.''

Sus labios habían estado magullados y húmedos.

Louis había cerrado la puerta de nuevo, antes de que Ryan estuviera en medio camina de la habitación, corriendo fuera de su piso.

Entonces, respiro profundo y trato de alejar las lágrimas. Y luego estaba el repentino avión hacía Francia y el único texto que le envió a Zayn, sin pensar en las posibles consecuencias.

Y aquí está ahora. Sin ni siquiera una habitación de hotel para regresar. Louis le agradece a Dios por recordar cambiar algunos billetes en el aeropuerto. Al menos no se quedó sin dinero.

Se da cuenta que si no empieza a caminar pronto, su trasero se congelara en el banco, y en realidad le gustaría mantenerlo (es un imán para chicos), así que se levanta y empieza a caminar con piernas temblorosas.

Pasa varias tiendas y un café mientras camina. Sin embargo, todos parecen cerrados. Supone que está en algún lugar en las afueras de París porque todo es muy tranquilo y silencioso. Patea algunas piedritas en el pavimento mientras camina sin rumbo fijo.

Casi se pierde la pequeña florería mientras camina con la cabeza hacia abajo, pero se detuvo justo a tiempo. Es brillante ahí, la ventana de la tienda está llena de flores de todo tipo.

Louis se acerca a la puerta y la abre con mucho cuidado, la campana suena sobre su cabeza. Y sí, es realmente muy encantador aquí.

El piso de madera cruje bajo sus pies mientras camina alrededor de las estanterías llenas de flores. El respira el olor de ellas, son dulces y amargas, y tienen un olor fuerte pero suave. La iluminación es un poco tenue en algunas partes.

Entonces una voz profunda se oye detrás de él y Louis pega un grito y salta tan alto como dos estantes de altura.

"Excusez-moi, monsieur, le magasin est fermé..."

Louis no tiene ni idea de lo que está diciendo, pero se da vuelta rápidamente para enfrentarse con esa persona, y, oh.

Es un chico. Uno muy alto, delgado y bien formado. Pero todavía hay algo infantil en sus rasgos. Su cabello castaño rizado cae sobre sus ojos verdes que le recuerdan a Louis a un bosque de hadas (no es que haya visto uno de esos pero se los imagina así). Los hoyuelos son visibles en sus mejillas, causados por la gran sonrisa que tiene en su cara. En su cabeza reposa una colorida corona de flores. No se parece en absoluto al dueño de la voz que había oído. Rasposa y profunda.