El bullicio rellena sus oídos y tiene que pedirle dos veces —y gritando— al barman la bebida usual que suele tomar en ese club. No tiene ni cinco minutos dentro del lugar cuando la ola de calor que provocaban todo ese montón de personas lo inunda abruptamente, pero resulta ser un calor agradable. Por el contrario, en verano se vuelve insoportable y agobiante, y esa es la razón por la que sólo visita el club en invierno.
Toma el líquido de la copa de un trago cuando el empleado se la entrega e inmediatamente la calidez del alcohol recorre su cuerpo, aumentando el calor que ya había adquirido antes.
Pide de nuevo la misma bebida y con sutileza se quita el abrigo que vistió un momento atrás en su casa, debido a que el frío estaba arrasando por todas las calles los últimos días. Sostiene la prenda en su brazo elegantemente mientras espera su bebida.
Cuando se le es servida, hace lo mismo y se toma todo de una sola vez, aguardando unos minutos pacientemente. Sacude su cabeza cuando percibe una repentina sacudida de sus sentidos, y da por entendido que el alcohol por fin ya está revelando los efectos en su cuerpo cuando comienza a sentirse más ligero y menos cohibido. Le da un par de billetes al barman para que cuide de su abrigo, que resguarda su celular dentro de uno de los bolsillos de éste, y aunque el pensamiento de que podrían robárselo pasa por su cabeza una milésima de segundo, no lo altera en absoluto. Las cosas materiales nunca habían sido problema para él.
Y entonces se adentra al mar de gente para comenzar a bailar la rara combinación de música electrónica que el dj en turno mezclaba y saltaba al compás de ésta.
Los ojos avellana embadurnados en delineador y sombra analizan su alrededor pero sin detener sus caderas que bailan deliberadamente. La cerveza en su mano salpica por todos lados por sus movimientos sensuales y antes de que la derrame por completo, le da un trago enorme hasta casi terminársela. Es la cuarta de la noche y eso le favorece si quiere hacer lo que vino a hacer.
Ji Yong por lo general iba a ese club por dos razones: quería deshacerse del estrés que ser modelo le ocasionaba (no era mucho a decir verdad, pero sí para él debido a su naturaleza dramática) o quería follar.
Y hoy no está estresado, definitivamente.
El grupo de amigos con los que viene corean la canción que suena por los grandes altavoces y reconoce que es una de sus favoritas, pero su concentración no puede centrarse en eso, sino en el hombre atractivo que baila en medio de la pista, apretujado con las mujeres que se le insinúan y que claramente él no nota porque está absorto en seguir el ritmo. Ji Yong observa que, a diferencia de los hombres que le suelen gustar, ese tipo bailaba raro y chistoso. Pero seguía siendo guapo como el infierno, y por eso valía la pena.
—Parece que el cazador ya encontró a su presa de esta noche. —su amigo Seung Ho anuncia cuando se da cuenta de lo que el pelirrojo está viendo y el resto vitorea, animándolo. No es como si sus amigos no supieran a lo que iba.
—Pobre hombre, no sabe lo que le espera. —Soojoo exclama en una voz desequilibrada, obviamente ebria hasta la médula, porque después de eso explota en risotadas desafinadas.
—Oh, cállate. —Ji Yong ríe agitando los hombros, intentando parecer tímido, y luego le cubre la boca a su amiga pero es inútil, porque inmediatamente Soo Hyuk suelta otra broma y todo el grupo vuelve a reír y a beber.
Regresa su mirada hacia la pista de baile y se sorprende un poco cuando ya no lo ve ahí, como si fuera un fantasma y hubiera desaparecido de pronto. Se encoge de hombros. Quizá lo encuentre más tarde y logre follárselo. Si no lo encuentra simplemente puede follarse a cualquier otra persona, de todos modos siempre hay hombres con cautivadora belleza que están dispuestos a acostarse con él a todas horas. Ventajas de ser modelo, supone.
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Espontáneo
Fanfiction"-A veces debes hacer cosas que no te gustan en lugares que no te gustan." Ji Yong no quiere compromisos, no quiere seriedad. Él sólo quiere follar. GTOP. One Shot.