Samantha & Maxwell

1.No como con falsos delegados amigo

Samantha

—Señorita Williams, aquí está su nuevo horario, también le entregaremos una hoja de actividades extraescolares para realizar.- Dijo la directora Lee entregándome dos hojas, una blanca y la otra verde.

—Muchas gracias directora Lee.- dije asintiendo con la cabeza, dispuesta a salir por el portón del despacho de la directora

—Samantha, espero que disfrutes de esta institución. En Carboo University te recibiremos de la mejor manera.-dijo con una sonrisa de compromiso, nada real

Sin decir nada más salí hacia los pasillos de (ahora) mi instituto, las taquillas eran rojas y en las paredes había grandes pósters de el equipo de soccer de la universidad
Carboo.

Si mi vida fuera cliché  ahora me habría chocado con un chico de revista, seguramente engreído y lo odiaría al principio después nos enamorariamos y sería feliz junto a él siempre o si no me habría chocado con una chica muy amable y seríamos mejores amigas, pero mi vida no es cliché así que en mi primer día me tuve que tropezar y caer encima de un profesor con serios problemas de obesidad y malhumor.

—Malditos niños torpes- bufó el profesor levantándose del suelo y mirándome con claro odio, aunque creo que esa era su mirada siempre.

—Lo siento mucho, iba distraída.- dije bajando la mirada

—Pues debería usted centrarse señorita- dijo arrogantemente para luego irse dando zancadas hacia su aula.- como odio este trabajo- dijo el profesor acompañando la frase con muchas maldiciones.

—Piis dibirii istid cintrirsi siñiriti.- imite al profesor moviendo las manos

—Creo que el señor Granner no habla así y tampoco le haría mucha gracia oirte.- dijo riendo un chico detrás de mi, cuando lo vi me quedé recta

Y yo que creía que esto no podía empeorar

—Aja, tampoco me importa lo que ese señor con serios problemas de autoestima piense o me diga.- dije rodando los ojos y dirigiéndome a mi nuevo casillero

—¡Oye! ¿Como te llamas?- dijo sonriendo, dejando a la vista su dentadura blanca

-Y debería decírtelo por que...- dije inclinándome con el ceño fruncido

-Pues, por que soy el delegado general y debería saber tu nombre.- dijo sonriendo satisfecho al ver mi cara de "oh, me has callado la boca".-Ah,por cierto me llamo Maxwell- dijo sonriente

—Yo me llamo Samantha.- dije fingiéndo mi mejor sonrisa

—Deberías trabajar tus sonrisas fingidas- contestó en tono burlesco

—Lo siento Maximiliano o como te llames, pero como puedes ver hoy no es precisamente el mejor de mis días.- dije dejando escapar un suspiro exhausto.- Así que si me disculpas, tengo clase de... Matemáticas con el... ¿Señor Granner?- mis orbes parecían apunto de salirse de órbita

—Eso si es tener mala suerte Sammie.- dijo riendo Maxwell

—Primero, no tiene ni pizca de gracia. Segundo, es Samantha no Sammie.- gire sobre mis talones y me fui

—¡Oye, nos vemos después! ¿,Quieres?- gritó hacia mi pero lo ignoré.- si, también fue un placer hablar contigo Sammie.- murmuró casi inaudible pero como  a mi oído de murciélago y a mi no se nos escapa ni una lo oí

Sonreí inconscientemente y me dirigí al aula de matemáticas.

B...

Reprimir las ganas de llorar no curara las heridas abiertas, ni solucionará nada.