Celos que Matan

Cadenas.

Bueno... Aquí de nuevo :'D No estaba muy convencida de continuar la historia pero todo sea por los que lo leen y me dan apoyo siempre. Muchas gracias de verdad! Sé que soy mala escribiendo y necesito mejorar pero en cada capítulo pongo mi mayor esfuerzo e imaginación <3 

Espero que os guste ^^ 

PD: Hay un poco de violencia en éste capítulo :'D

Todos los personajes de YOI le pertenecen a Kubo Sensei (alabada sea)

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Capítulo 4. 

Cadenas.

Yuri se acercó al vehículo y miró algo ansioso a su amigo. ¿Qué tenía que hacer? ¿Subirse? Si no lo hacía JJ podría verlos desde la ventana en el caso de que se despertara. Se puso el casco y se subió agarrando al kazajo de la cintura.

- Solo tienes 15 minutos. Me meterás en problemas si no regreso antes de que se despierte JJ. –

- Le temes demasiado. – Se puso las gafas de sol y arrancó. –

Yuri echó la última mirada hacia la ventana con miedo de ver allí a su novio. Pero por suerte no era el caso.

Otabek lo había llevado a un parque. Paró y se apoyo en la moto. Encendió otro cigarro mientras miraba al hada rusa. Yuri estaba quieto con las manos metidas en los bolsillos de la chaqueta. Llevaba la capucha puesta como de costumbre. Estaba ansioso por escuchar lo que le quería decir su amigo.

- ¿Y bien? No tengo todo el tiempo del mundo. Te he dicho que 15 minutos. –

- Hmm... - sopló el humo relajadamente. Todo lo que hacía era demasiado relajado. – Solo quería aclarar lo que pasó ayer por la noche. –

- No pasó nada. – se tensó un poco por ese tema –

- Si pasó Yuri... -

- No me acuerdo. Si llegó a pasar algo solo te pido que lo olvides. –

- ¿Cómo podría olvidarme de cómo te hice el amor?-

- Beka... Basta.–

- Yuri... Estoy enamorado de ti. –

- Lo siento. – murmuró. Se sentía realmente incómodo. Sólo deseaba irse a casa y dormir abrazado a JJ. – Ya sabes que estoy con Leroy. –

- ¿Por qué no lo dejas? Nadie lo quiere. Él no te merece. Yo podría hacerte más feliz. –

- Otabek, he tenido suficiente. Llévame a casa. –

Altin suspiró algo triste. Era realmente difícil hablar con aquel chico. Lo agarró de la chaqueta y lo atrajo abrazándolo, sintiendo su calor. Sólo quería llevárselo lejos de todos. Yuri se separó enfadado.

- Si no me llevas tú iré caminando. –

- Está bien. No pienso dejar que vuelvas solo a éstas horas. –

Y eso es lo que hizo exactamente. Lo dejó en la portería de la casa y se despidió con la mano. El ruso hizo lo mismo y subió rápidamente a casa. Se quitó los zapatos silenciosamente y se olió la chaqueta. Apestaba de nuevo a Otabek. De nuevo le tocaba una ducha antes de meterse en la cama. Entró a hurtadillas a la habitación y allí se encontró a JJ sentado en la cama mirando enfrente. Un escalofrió recorrió el cuerpo del menor. Esto no podría estar pasando.