A pesar de todo el amor que le tenía Ángela, para Christian parecía que no era suficiente y tenía a alguien más que lo amaba. Ángela y Christian se conocieron en la secundaria, siempre fueron buenos amigos, hasta que decidieron dar el siguiente paso y ser novios a principios de la preparatoria, que fue cuando conoció a Izabel*, ella también lo amaba, un día que Christian se enojó con Ángela le pidió a Izabel que fuera su novia, lo hizo solo por despecho, pero Ángela y Christian jamás se dejaron, una semana después se reconcilió con Ángela y Christian ya no pudo deshacer su "relación", aunque Ángela se lo pidió y se lo imploro Christian se negó a cortar a Izabel porque la "heriría mucho", según las palabras de él, pues a Izabel la apreciaba demasiado, pero a Ángela la amaba, así que solo decidió alejarse lentamente de Izabel, o por lo menos eso había hecho creer a Ángela durante mucho tiempo, pues se veían cuando ella estaba trabajando, como Ángela era médico forense, tenía mucho tiempo libre, pero cuando tenía que trabajar tenía que trabajar en serio, de dos a tres días sin descansar cuando se trataba más que nada de asesinatos, tiempo que cuando no estaba trabajando de veterinario, Christian aprovechaba para pasarlo con Izabel y aunque, él no la amaba disfrutaba sentirse amado, según él solamente amaba a Ángela.
Eran una pareja bastante curiosa, ya que Ángela era de ojos grandes y verdes, rubia, de cabello largo, ondulado y en capas muy diferentes, un poco bajita, medio delgada, tenía unas manos pequeñas, pero sus dedos largos hacían que se vieran más grandes; Christian era alto, delgado, de piel un poco morena, le gustaba traer barba y el cabello hasta el hombro, su cabello era castaño obscuro, ambos solían vestirse con colores obscuros, pues les era más fácil retirarles las manchas y no tenían que separar la ropa para lavar. Aunque cada quien tenía su casa, Christian se la pasaba en la casa de Ángela, prácticamente vivía ahí, comía, dormía y hacia todo.
Una noche después de cenar y tener sexo Christian entro al baño, Ángela estaba descansando acostada en la cama cuando llegó un mensaje, no era a su celular, había llegado al teléfono de Christian, ella sintió curiosidad de quien le había mandado mensaje a su amado, así que desbloqueo el teléfono y se dio cuenta de que el remitente tenía como nombre "Charlotte"**, el mensaje decía:
" Hola amor mío, tengo libre todo el día de mañana, ¿te parece si nos vemos?
Me avisas si puedes salir o estarás con esa bruja.
Nos vemos en el café de siempre, el del supermercado a las 11.
Te amo, nos vemos"
"¿Bruja, yo? Ella es la que tiene nombre de bruja" pensó Ángela, entonces puso el mensaje como no leído, bloqueo el celular y lo puso donde estaba, ella se acomodó en la cama y justo cuando ya se estaba quedando dormida, Christian salió del baño, ella le dijo que le había llegado un mensaje, él lo leyó sin cambiar ni un poco su expresión, Ángela le pregunto de quien era, el solo respondió que del trabajo, entonces se acostó a su lado dispuesto para dormir, Ángela solo le dio la espalda y se durmieron.
A la mañana siguiente cuando Christian despertó Ángela ya estaba preparándole el desayuno, le estaba haciendo unos hotcakes y su café, la taza ya tenía las dos cucharadas de azúcar con que él lo tomaba, solo estaba esperando a que bajara a desayunar para servírselo, el agua para bañarse estaba caliente y su ropa ya estaba preparada en el sofá de la recámara.
Christian se levantó y se metió a bañar mientras pensaba todo lo que haría ese día, no sentía remordimiento ni nada, solo estaba acomodando todo su itinerario para no ser descubierto ni que fuera nada sospechoso.
Salió del baño, se vistió y aun con el cabello mojado bajo a desayunar sus hotcakes y su café, del cual tomo dos tazas, amaba el café que le preparaba Ángela. Poco antes de que terminaran de desayunar, Ángela fingió recibir un mensaje a su celular, era un "mensaje del trabajo" diciendo que la necesitaban, terminaron de desayunar y salieron al mismo tiempo, se dieron un beso de despedida y cada quien se subió a su auto y se fue cada quien por su lado.
Ángela se fue a pasear un rato, esperando a que dieran las 11:20, ya que sabía que Christian llegaba con 10 o 15 minutos de retraso a todas sus citas. Dieron las 11:20 y se dispuso a entrar al centro comercial a la única cafetería que le gustaba a Christian pues era la única en la que servían el pastel con duraznos que tanto le gustaba, Ángela había planeado para no parecer tan obvia pasar a comprarle su pastel a Christian, más que nada para usarlo de excusa.
Ángela tomo aire y se decidió a caminar dentro del centro comercial hacia la cafetería, realmente iba despacio para el ritmo al que ella caminaba.
Christian estaba en una mesa al fondo, aunque casualmente estaba al lado del mostrador, estaba comiéndose su pastel con duraznos mientras platicaba con Izabel y la tenía agarrada de la mano, Izabel estaba comiendo una crepa con cubiertos, la crepa ya estaba cortada y solamente tomaba pedacitos con el tenedor, llevándoselos a la boca "como una señorita de alta sociedad" aunque realmente no lo fuera. Izabel tenía unas grandes manos toscas y era un poco regordeta, de cabello negro lacio, de ojos pequeños y era más alta que Ángela.
Justo a la entrada del café, Ángela apretó sus puños, después los soltó y se encaminó al mostrador a pedir el pastel para Christian, realmente no lo vio al entrar y pidió el pastel, por dentro pensó que no había asistido y de verdad se había ido a trabajar. Cuando le entregaron el pastel en su caja, ella cerró los ojos y dio un suspiro, pago y giro su cuerpo hacia la izquierda, fue cuando vio a Christian con Izabel justo dándose un beso, Ángela solo dio un ronco suspiro y con su mano derecha se tapó la boca, abrió tanto los ojos que parecía que se saldrían de sus cuencas, de verdad estaba sorprendida de ver a Christian con Izabel a pesar de que él había jurado y per jurado que ya no había sabido nada de ella ni le había hablado desde hace mucho tiempo.
Ángela sentía un nudo en la garganta, cuando Christian y Izabel se terminaron de besar, la vieron, ahí parada junto a su mesa, muda y con los ojos llorosos. Christian solo abrió los ojos en forma de sorpresa y le dijo:
-No... No es lo que piensas.- Izabel solo la volteo a ver con cara de maldad-felicidad. Ángela solo le dijo:
-Eres un idiota... te vi besarla...- con una voz entrecortada y un poco baja, justo antes de irse, le salió una lágrima del ojo derecho, la limpio y entonces salió caminando rápido, pero sin correr.
Christian se levantó de la mesa cuando Ángela iba por la puerta, Izabel lo tomo de la mano y con una sonrisa le dijo solamente "déjala", Christian la miró un poco molesto y se soltó de ella. Izabel se levantó detrás de él rápidamente y lo tomo del brazo derecho por detrás:
-Déjala, me tienes a mí...
Christian le arrebato su brazo:
-No te quiero volver a ver...- le dijo con una cara de furia total, después se fue a grandes zancadas de ahí. Izabel solo se hincó en la alfombra color vino del café, intentando llorar mirando hacia el piso, unos segundos después se volvió a sentar en su silla y se terminó de comer su crepa.
Ángela ya había llegado a su auto cuando Christian apenas iba saliendo del centro comercial. Ángela entro en su auto, dejo el pastel en el asiento del copiloto y recargando su cabeza en el volante se puso a llorar.
Ella quería verlo con la otra, para poder reclamarle, pero jamás pensó que fuera Izabel, entonces se dijo para sus adentros que eso significaba que no tenía poco engañándola sino desde siempre lo había hecho, vivía en una felicidad pintada con mentiras por Christian, había sido tan feliz con él durante tantos años, pero ella no le era suficiente, al parecer no lo hacia lo suficientemente feliz; levanto la cara, encendió el auto y se decidió a irse... Obviamente no iría a casa, ese sería el primer lugar en el que Christian la buscaría para "pedirle perdón" y lo que ella menos quería era verlo en un buen rato, no sabía a dónde ir, así que decidió ir a vagar en su auto, por lo menos unas horas.
Christian se la pasó buscando el auto de Ángela, pero ella ya se había ido, él estaba sudoroso y fatigado de correr por todo el estacionamiento en busca de esa crossfox roja con una estampa de un conejo atrás.
Izabel se había encaminado hacia el estacionamiento, más que nada en la busca de Christian, cuando lo vio a lo lejos, se acercó con paso firme, cargando todo el peso de su brazo en su bolso que traía al hombro, le dijo:
-Me llevas a mi casa- sonando más como una orden que una petición, él la volteó a ver con odio, pero terminó aceptando, se encaminaron al auto de él y llevo a Izabel a su casa.
Cuando llegaron Izabel lo invitó a pasar a comer, no cocinaba tan bien como Ángela, pero hacia su esfuerzo. Izabel vivía sola en una casa pequeña que era herencia de sus padres, trabajaba en una oficina, ganaba lo suficiente para vivir y comprarse ropa de marca.
Comieron espagueti con albóndigas y un filete de carne de res de pulgada y media cada uno.
Christian tenía cara de tristeza, Izabel le dijo que si se sentía mal podía subir a su recámara a dormir un poco, Christian la miró y ella lo llevo a su cama, cuando llegaron él se acostó, ella le quito las botas y le aflojo el cinturón, después de eso Christian se volteo hacia su lado izquierdo, ella buscando su mirada se acostó enfrente de él y le dijo:
-¿Quieres hablar sobre lo que pasó?
Esa plática termino en sexo, el primero que tenía con Izabel, aun a pesar de tantos años nunca antes lo habían hecho, afortunadamente Christian siempre llevaba un condón en su billetera, afortunadamente para cuando los dos estaban desnudos recordó el condón y se lo puso.
Cuando terminó, dos horas después ya era muy tarde para arrepentirse, ya lo había hecho, solamente se quedó mudo y mirando al techo blanco de la recámara mientras Izabel le decía cosas que él no oía, ella estaba recostada en su pecho, pero no la sentía y solo escuchaba sus palabras lejanas sin entender nada y él estaba hundido en sus pensamientos y arrepentimientos.
Sin decir ni una sola palabra se levantó de la cama, entró al baño, se vistió y se fue.
Ángela ya llevaba un largo camino, ya había pasado dos casetas de cobro, no le importaba a donde iba, llevaba su música alto, solo buscaba escapar de todo. Tres horas después pudo ver el mar desde la carretera, decidió detenerse en el siguiente pueblito, solo para poder ir a recostarse a la playa. Dejó su auto en un estacionamiento del pueblito, solo llevaba el pastel en las manos, planeaba comérselo en la playa, pero mientras iba camino a la playa, vio a un pobre ancianito sentado en la acera, tenía ropa muy sucia y rota, traía un bastón, el solo la volteo a ver con los ojos llenos de tristeza, antes de que el viejito dijera algo ella le dio el pastel y un poco de dinero, a lo cual él le sonrió y le dio las gracias con los ojos llorosos.
Cuando estaba en el fin del pueblito y el inicio de la playa se quitó las botas y los calcetines para caminar descalza por toda la arena, con un paso lento llego hasta el mar, se mojó los pies un poco y después se alejó para recostarse a media playa solo viendo el cielo que comenzaba a tomar un tono anaranjado, estaba acostada con los brazos y las piernas abiertas, sus botas las había soltado cerca de su mano derecha, cuando vio que el cielo empezó a tomar un tono rojizo se sentó a ver el atardecer, se quedó en la misma posición hasta que el sol se ocultó por completo y todas las estrellas se veían, fue entonces cuando se encamino al pueblito, al empezar la acera, se limpió el arena de los pies con los calcetines, después se los puso al igual que sus botas y busco un lugar donde dormir. Era una pequeña pensión que solo tenía en cada cuarto una cama, una mesita de noche y un baño completo, no tenían ningún otro mueble, mucho menos tenían televisor.
Era lo único que Ángela necesitaba, pues solo quería dormir. Se quitó las botas, los calcetines, se trenzo el cabello, después apago la luz, el interruptor estaba en la cabeza de la cama, se acostó y cerró los ojos.
Al día siguiente, lo que la hizo despertar fue una llamada, era de su trabajo, estaban preguntando si estaba bien, que su pareja había ido a buscarla:
-Sí, estoy bien, no se preocupe, tuve algunos problemas ayer, pero ya todo está bien.
-¿En serio?- pregunto su jefa.
- Sí, no se preocupe, ¿necesita que vaya hoy?
- No, solo estaba preocupada, ya que bueno, tu novio llego todo pálido, diciendo que no te encontraba y hablo hace un rato, que aún no habías llegado a tu casa.
- No, estoy lejos, y no quiero verlo en un tiempo
-mmm... Está bien, te espero pasado mañana, que todo se arregle, cualquier cosa que necesites, aquí estoy
-Gracias.
Cuando terminó la llamada con su jefa vio que tenía tres mensajes, eran de Christian:
" Por favor Ángel, perdóname" lo había enviado a las 4:16pm.
"Ángel, te amo, quiero explicarte todo lo que paso, ¿Dónde estás?" Lo había enviado a las 8:42pm.
"Ángel, ya me preocupaste, ¿Por qué no has vuelto? ¿Dónde estás? Por favor déjame explicarte todo lo que paso" lo había enviado a las 4:26 de la mañana, Ángela no había escuchado ninguno, los borró todos después de leerlos y se metió a bañar.
Cuando salió guardo todas sus cosas en sus bolsillos y fue a entregar la llave a la caja. Fue por su auto a donde lo había dejado y se fue a su casa. Cuando llego solo aventó las llaves de su auto en el comedor y subió a su recámara ahí se acostó en su cama a llorar, hasta que se quedó dormida. Durmió aproximadamente tres horas, cuando despertó fue por sus llaves y se fue en su auto, fue a comprar una nueva cerradura para la puerta de la calle y la que entraba del patio, regreso a su casa, cambio las cerraduras y cambio las llaves de su llavero, les puso a cada llave su correspondiente gomita, la de la calle con su gomita rosa y la del patio con su gomita verde.
Después de eso recibió una llamada de Christian, Ángela solamente vio su teléfono como sonaba, la llamo 18 veces seguidas, después apago su celular y se puso a hacer de comer, ya tenía medidas las cantidades para los dos así que ahora tendría que comer lo mismo dos días, realmente eso no le preocupaba, mientras estaba comiendo escucho como tocaban la puerta de la calle, estaban casi golpeándola, ella salió, era obvio quien era, y se había puesto así al ver que la llave que tenía ya no abría la puerta. Ella solo salió a cerrar con seguro la puerta mientras él le decía cosas que ella no entendía, solo escuchaba gritos y la palabra Ángel de todo lo que él decía cuando le puso el seguro solo le grito: "¡cállate! Ya no te quiero volver a ver" a lo que él se quedó en silencio y ella entró a su casa con mucha tranquilidad, terminó de comer y se fue a sentar al sofá, puso su música de Yuki Kajiura*** y durmió un rato más, cuando despertó ya eran las 11 de la noche, así que se fue a su cama a dormir.
A la mañana siguiente se bañó y estaba dispuesta a salir, ¿a dónde? A ningún lado, solo salir, tal vez a visitar a sus viejos amigos o solo a recorrer la ciudad, así que se arregló y bajo a desayunar.
Estaba desayunando en el comedor cuando sintió como alguien la abrazaba, ella volteo rápidamente y vio que era Christian:
-¿Cómo entraste?
-Llamé a un cerrajero y como todos tus vecinos me conocen y saben que prácticamente vivo aquí, el cerrajero acepto abrirme.- Ángela se levantó de su silla rápidamente, tomo el tenedor con el que estaba comiendo sus hotcakes y lo señaló.
- ¿Por qué viniste? ¿No has tenido suficiente?, ya no te quiero volver a ver - dijo ella entre sollozos.
- Perdóname- dijo el levantándole la cara que siempre hacia abajo cuando estaba triste.
- ¡Lo que hiciste no tiene perdón, idiota! Sé que no lo hiciste solo una vez, me estuviste engañando desde siempre- sus lágrimas escaparon a borbotones- jamás te alejaste de ella, siempre la veías, era por eso que a veces no me contestabas el teléfono o me colgabas, ¡¿Verdad?!- le dijo mientras alejaba las manos de el de su cara.
- Yo...
- ¡No te hagas el tonto!
- Si, tienes razón... Era por eso que no te contestaba, estar con Izabel ha sido el peor error que he cometido en la vida, por favor perdóname...
- ¡No te perdonaré! ¡Me mentiste! ¡Dijiste desde hace años que no sabías nada de ella! Siempre estuviste viéndola... A estas alturas me pregunto si ella era la otra o lo era yo...
- Tu siempre has sido mi novia, es a ti a quien yo amo.
- No te creo - el tomo sus pequeñas manos entre las suyas.
- Es a ti a quien amo
- Entonces respóndeme, ¿porque la seguías viendo? Aun después de que habías dicho que te alejarías de ella ya que no podías terminar su relación por el cariño que le tenías. ¿Qué otra cosa de todas las que me has dicho es mentira? O mejor dicho, ¿Qué de todo lo que me has dicho es verdad?- lo miro con cara de odio, espero su respuesta, pero al ver que el solo había abierto un poco la boca, ella le arrebató sus manos y se fue a su auto, antes de salir le grito:
- ¡Cierras cuando te vayas!★ ★ ★
Habían ya pasado dos semanas de que había descubierto a Christian, una noche después de regresar del trabajo, se acostó a dormir, aún seguía pensando en él y seguía con el dolor de lo que había descubierto y aun a pesar de lo que había hecho se sentía mal por haber tratado a Christian como lo había tratado, así que decidió acabar con el problema de raíz...
Ella decidió vengarse y limpiar su corazón...
★★★★★★★★★★★
* Izabel: Es una bruja del anime de Mahou Shoujo Madoka Magica** Charlotte: Es una bruja del anime de Mahou Shoujo Madoka Magica, de ahí su exclamación de que es ella quien tiene nombre de bruja.
*** Yuki Kajiura: Es una es una compositora japonesa de bandas sonoras (soundtracks) para animes y videojuegos. (De ella es la canción del video que he puesto al principio)
Para elegir quien sera la víctima de la venganza de Ángela (Christian o Izabel), solo deben seleccionar la siguiente parte con el nombre de su elección por título.
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Que hiciste....
RandomÁngela amaba mucho a Christian, hasta que descubrió que la engañaba y ella decidio vengarse En esta historia, tú decides que harán los protagonistas