Ya habían pasado dos semanas de la pelea con Christian, Ángela regresó de su trabajo y después de haber estado pensando mucho le marco a Christian, él sorprendido le pregunto qué pasaba:
- L-lo siento, me ofusque, perdón por lo que paso, ¿Quieres venir a mi casa a cenar?
- Claro, tu solo dime la hora y ahí estaré.Lo cito el viernes a las 9 de la noche, en su casa.
Cuando el día llego ella ya tenía listo todo, le había preparado su comida favorita y una sopa que había visto cómo hacer en la televisión.Eran ya las 7 y ella estaba nerviosa, no sabía que ponerse y se metió a bañar, termino poniéndose su vestido blanco con holanes el cual le daba un toque primaveral. Por fin dieron las 9 y Christian, contrario a lo que siempre hacia llego a tiempo, Ángela sospechaba que llevaba tiempo afuera y solo espero a que diera la hora para tocar el timbre.
Se sentaron en la mesa, la cual tenía como centro un florero de vidrio azul con las flores favoritas de Ángela, las casa blanca, aunque son una flor que sólo se le da a los muertos, ella amaba su color blanco y su aroma, a un lado había un gran plato de madera con la sopa, la demás comida estaba en la cocina, en el horno, lista ya solo para llevarse a la mesa para comenzar a comer. Mientras Christian comía de la sopa y probaba cada ingrediente que ésta tenia, ella le contaba como la preparó, que lo había visto en la televisión, y no anotó la receta y la hizo solo de memoria.
Él la alagaba diciéndole que siempre le había gustado como cocinaba, hasta los inventos raros que de vez en cuando hacía, todo sabía bien y cada comida tenía un toque que hacía que la receta fuera solo suya, además de la forma en que servía las cosas, ya que hacía ver los platos coloridos. Cuando terminaron de comer y estaban tomando el vino caro que Ángela había comprado para la ocasión, sus copas eran muy curiosas, ya que tenían forma de cráneos, no eran de vidrio, sino de metal, ya que estas conservaban mejor la temperatura que una de vidrio, después de tomar dos sorbos, Christian le pidió perdón:
-No pensé que llegaría a tanto tiempo con Izabel, creí que solo sería un corto tiempo hasta que acabáramos la preparatoria y que ya no nos volveríamos a ver o que se aburriría de mí, ya que siempre te preferí a ti sobre ella, solo te he amado a ti.... Pero no fue así. Nunca encontré la forma de decirle que ya no la quería volver a ver, jamás encontré la forma, y por más que me alejaba, ella me buscaba aún más... Perdona que llegara a tanto, de verdad me arrepiento mucho, quisiera poder regresar el tiempo y arreglar que desde que hablamos tú y yo esa vez ya no hubiera visto a Izabel jamás. Pero puedes estar feliz, ya desde hace varios días que no me busca, y si lo vuelve a hacer, le diré que se acabó todo entre ella y yo....
-Está bien, no te preocupes-dijo ella mientras se lamia el vino que había quedado en su labio superior, se le veía muy tranquila a pesar de lo que Christian estaba diciendo- sabes que te quiero y por eso te cite aquí este día, quiero que arreglemos lo que paso, quiero volver a estar a tu lado, sé que cometiste un error, todos hacemos cosas que no se deberían hacer. Pero lo has arreglado, eso vale mucho para mí- esas palabras eran extrañas para Christian, pues sabía como se enojaba Ángela y era extraño que actuara tan calmada, sobre todo, después de lo que había hecho, cambiar la cerradura, desaparecer, y no responder mensajes ni tener nada de contacto por un buen tiempo- ahora quiero que estemos felices juntos, solo tú y yo.....Eso fue lo último que escuchó Christian, pues sintió como su cuerpo de repente se fue de lado mientras sus ojos se perdían, sintió el golpe contra el piso y con la mirada borrosa vio a Ángela aún sentada, cruzando las piernas de nuevo, y entonces perdió el conocimiento.Cuando despertó estaba en el cuarto de Ángela, estaba semidesnudo, tenía frío, pues tenía solo su bóxer puesto, estaba encadenado a la pared, la parte de la pared donde ambos habían dibujado el símbolo celta de la hermandad y el amor*, cada uno en una mitad había escrito sus "votos" de amor, ese símbolo era una muestra de su amor mutuo, Christian estaba sentado y un poco adormilado vio como Ángela que sólo traía puesto un babydoll se acercó a él y lo besó, él pensó que solo era un juego sexual hasta que vio que ella le mostró un cuchillo que traía oculto detrás, solo sonrió mostrando todos los dientes y entrecerrando los ojos, se hincó frente a él y comenzó a hacerle pequeños cortes en el cuerpo, en lugares que duele la herida aunque no sea profunda, como entre los dedos, en el pliegue de donde se dobla el brazo, en la parte anterior del brazo y de las piernas*... El gritaba, más de desconcierto que de dolor, sin embargo sus gritos no se escuchaban afuera, ya que lo de la casa no se escuchaba fuera, era algo muy conveniente, para ese momento y para antes ya que a pesar de todo el ruido que hicieran los vecinos jamás se enterarían...
-Ángel, ¿porque estás haciendo esto?- murmuró con una voz rasposa.
-Aún lo preguntas querido...Después de lo que hiciste y por tanto tiempo esto es lo menos que te mereces...
-Perdóname... Ya no es como pedirte perdón... Creéme que a ti es a la única que yo siempre he amado, Ángel, por favor creéme...
-Si fue así, dime porque me engañaste, y no fue un año ni dos, noo... Tanto tiempo me tuviste engañada...- su mirada se ensombreció.
-Te amo... Y mucho, siempre fuiste tú y solo tú... Jamás encontré como decirle a Izabel que no la quería y ya no quería nada con ella, pero se alargó demasiado, pero por siempre en mis sueños has estado tú y solo tú... Es a ti a quien amo... Si no me crees, revisa la bolsa derecha de mi pantalón...
Ángela se dirigió lentamente a la ropa que había dejado tirada junto a la cama, metió la mano en la bolsa derecha del pantalón y lo que encontró fue una pequeña cajita, para abrirla le temblaron las manos, cuando la abrió vio que dentro había un anillo, éste tenía un diamante rosa en forma de corazón y alrededor de este diamantes pequeños, este anillo era algo cursi para lo que ambos estaban acostumbrados, pues era muy diferente a lo que ella esperaba, un anillo con un cráneo y en los ojos algún cristal. Dentro del anillo venia escrita la frase "Mi Ángel", Ángela se quedó inmóvil mientras Christian respiraba fuertemente.
Después de dos minutos, Ángela se acercó a Christian con el anillo en las manos y se hincó frente a él, ambos se quedaron mirándose hasta que una frase simple salió de la boca de Christian...
-¿Quieres casarte conmigo?Aquí el lector puede decidir si ella acepta la propuesta o la rechaza, además de elegir si sera verdad o mentira la propuesta.
ESTÁS LEYENDO
Que hiciste....
De TodoÁngela amaba mucho a Christian, hasta que descubrió que la engañaba y ella decidio vengarse En esta historia, tú decides que harán los protagonistas