El Bar Del Hombre Tuerto

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No había mucha gente en el pequeño y aparentemente viejo bar. Un par de personas en la barra, un grupo de cuatro hombres algo ebrios bebiendo y riendo en una mesa apartada, y una pareja sentada en la esquina opuesta a ellos. El camarero limpiaba los vasos usados con un trapo húmedo, sin quitar ojo de los cuatro tipos que no dejaban de reír. No tenían pinta de ser gente ejemplar, por así decirlo, y prefería no tener problemas en un miércoles por la noche. Los hombres ya iban por la cuarta  ronda, y se notaban lo suficientemente borrachos como para no recordar algunas cosas a la mañana siguiente.

La puerta de entrada se abrió de golpe, con un suave chirrido como si se resintiera con la gravedad de la fuerza ejercida sobre ella. El camarero y los dos de la barra giraron la cabeza casi al instante, más por curiosidad que por sorpresa, a la vez que una figura de chaquetón negro y grueso, que rozaba el suelo, pasaba dentro en medio de una expectación unánime, salvo por los cuatro hombres de la esquina al fondo. Pasó junto a la pareja sentada en la zona cercana a la puerta, pero, aunque se quedaron observándole, escrutando (o al menos intentándolo) el rostro del nuevo personaje, no lograron ver nada a pesar de la cercanía, ya que iba cubierto con una amplia capucha que apenas debía dejarle ver el suelo para avanzar. El camarero observó como aquella persona se sentaba en un taburete, justo frente a él, en el extremo final de la barra. Colocó los brazos cubiertos por las gruesas mangas negras del chaquetón sobre la barra y cruzó los dedos de sus manos enfundadas en unos guantes de piel oscuros. El camarero dejó uno de los vasos de cristal sobre la barra y el trapo húmedo sobre el fregadero junto a él.

-¿Algo para tomar? -atrevió a preguntar, firme y directo, pero no pudo contener perder un hilo de voz por la imponencia de la figura oscura.

La persona de la barra giró la cabeza hacia el grupo de detrás un momento. La capucha se elevó un poco y el camarero logró ver su barbilla y su pómulo derecho. Su tez era muy blanca y fina, muy pálida, como transparente, un color más antinatural que humano, ni siquiera al alcance de una persona albina. Por la forma, parecía un hombre, se notaba delgado, pero a través del grueso chaquetón era imposible saberlo con exactitud. Antes de poder aventurarse a repetir la pregunta, el hombre giró de nuevo la cabeza hacia él y la bajó, cubriendo más su cara, apuntando en dirección a la barra.

-Ron, cualquiera sirve -su voz sonaba bastante suave y conciliadora, aunque grave, como si tratara de sonar complaciente. No era para nada acorde con la imagen visual que daba, que transmitía mas bien misterio e inseguridad-. Como si usted ve práctico ponerme el más caro.

El camarero se giró con un gesto gracioso ante la dejadez y formalismo del hombre de capa, alargó la mano hasta uno de los estantes de madera que había detrás suya, no sin dudar de si aquel hombre estaba, en realidad, siendo sarcástico. Un hombre con aquella apariencia bien podía ser un Sombra Blanca, o un Guardia Gris, o... Peor...

A pesar de la incertidumbre que provocaba su lenguaje eligió una y, de entre las muchas botellas del estante, cogió una pequeña, de vidrio casi opaco, con un color rojo sangre y un brillo oscuro, en la etiqueta negra aparecía bien destacado la palabra "MÁXIMO". Lo puso sobre la barra y se lo enseñó al hombre de capa.

-¿Valdrá? -preguntó el camarero con una sonrisa, tratando de disimular la desconfianza que aún le presentaba el imponente semblante oscuro que llevaba el hombre.

Pero la sonrisa era sincera, ya que aquella era la botella más cara que tenía, y no solo eso, también era de los mejores rones que había en el mundo, se sentía muy orgulloso de tener aquella botella en su estante. El hombre de delante la miró curioso, ladeando un poco la cabeza. Extendió un poco la mano y rozó la etiqueta con la punta de sus guantes.

-La reconozco... -susurró. Sonaba melancólico y más apagado que antes, como si la botella en si fuera un viejo amigo que no veía desde hace tiempo, pero separó la mano rápidamente- , valdrá, póngame un trago, si gusta.

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⏰ Última actualización: Mar 26, 2017 ⏰

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La Orden De La Flecha Negra (DISPARO CERTERO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora