Sueños cumplidos

Hola, hoy día 29 de febrero me encuentro en mi casa hablando con mi amiga Zoe:

-Hola ¿Qué tal todo?

-Muy bien, ¿Te acuerdas de aquello que te comente de los libros de fantasía y magia hace poco? - le dije

-Si me he leído los libros, están muy bien tienes que recomendarme muchos más. ¿Te gusta mucho ese tipo de género no?

-Sí, creo que hasta demasiado, como me gustaría que todo lo que leyese me pasara, esas aventuras, esos romances, todo relacionado con la magia, ¡Me encanta!

-Jajajaja, Alba tu siempre tan soñadora ¿no?

-Sí, bueno guapa voy a darme una vuelta a ver si desconecto de este mundo de fantasía y conecto en el mundo real.

-Sí que ya toca que te centres un poco más, un beso.

-Adiós.

Soy Alba y tengo 17 años, me gusta todo lo relacionado con la magia, creo que ya se ha vuelto mi mundo.

Hoy especialmente era un día lluvioso con el cielo gris que a cualquiera le deprimiría al verlo pero dentro de mí estos días hacían despertar algo que no sabría describir, algo que no sabría controlar por mucho que quisiera porque era una parte de mí.

Cerré el ordenador y salí a dar una vuelta, pero, me di cuenta que no había nadie por la calle, las calles estaban desiertas cuando normalmente rebosaban de alegría, de felicidad, de parejitas y familias rebosantes de amor que te hacían sentir como en casa, pero no había ni una sola alma caminando por la calle, me asuste y regrese a casa. De repente escuche una voz que me llamaba, Alba, Alba baja al sótano. ¡Tenía miedo, esa voz se oía en mi cabeza! Y no paraba de repetirse insistentemente. Bajé al sótano como aquella voz me decía, cuando llegue me lleve una gran sorpresa era una mujer muy bella, con el cabello rubio como el sol, con una pose muy altiva y digna de una de una reina. Fui directa y pregunte:

-¿Quién eres?

-Yo soy Nala, la instructora de jóvenes magos de la escuela Gwing.

-¡¿Qué me estás diciendo?! Esto no es real ¡

-Creo que si Alba, esta es la pura realidad, he venido a llevarte conmigo y iniciarte como a muchos magos en el mundo de la magia.

-¿Esto va en serio? ¿No estoy soñando?

-Exacto.

-¿Pero si me voy contigo que pasa con mis amigos? No los puedo dejar aquí.