Zelena doesn't deserve her

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Emma se levantó temprano y decidió tomar el aire. Todas aquellas personas de allí dentro no se preocupaban por nadie a no ser por sí mismas y su dinero. Nunca le gustaron las personas así, le gustaba ser libre, coger su moto y viajar sin rumbo, observar la puesta de sol, etc...Recuerdos, esas aventuras se resumían en recuerdos y nada más.

Caminaba por la casa buscando a Neal, quería invitarlo a salir y tomar algo, pero acabó encontrando a Regina. Ella estaba en el jardín, agachada cogiendo manzanas, que habían caído de un hermoso manzano. Emma no sabe con certeza cuánto tiempo se quedó allí mirándola...Regina la intrigaba, la morena le revolvía algo definitivamente, ya que antes de quedarse dormida la noche anterior, Emma había repasado la conversación que habían tenido en el pasillo. Regina sabía que estaba siendo observada y sabía quién era, Emma o mejor Miss Swan. Entonces, decidió provocarla un poco, se levantó de forma muy lenta siendo lo más sensual posible, sabía que algo le provocaba a Emma, solo que no sabía cuánto.

«¿Le gusta lo que ve, Miss Swan?»

«¡Es un lindo manzano!» Sabía que la pregunta no se refería al árbol, pero no admitiría aquello en voz alta, por lo menos delante de ella.

«Es mi árbol favorito, lo tengo desde que era pequeña, y nunca probé nada más delicioso que sus frutas. ¿Acepta una?» Regina extendió la manzana hacia mí y me quedé loca, porque hasta ese sencillo gesto ella lo convertía en algo sexy y lleno de segundas intenciones.

«Sabe que tengo novia, ¿no?»

«Sí, pero no entiendo a dónde quiere llegar...»

«Hace unos días tuve la oportunidad de conocer un poco mejor Grecia, más exactamente la isla de Corfú y durante una caminata por la isla conocí una antigua leyenda. En la Gracia clásica el gesto de ofrecer una manzana a una mujer significaba que se la estaba pidiendo en matrimonio»

«Creo que infelizmente no se aplica a casos como el suyo, mujeres novias de mujeres, pero de cualquier forma, ¿acepta esta manzana, Miss Swan?»

«Nada me daría más placer que probar este fruto prohibido desde el principio de los tiempos» hice una reverencia y acepté la manzana.

«Miss Swan, hay otras formas de obtener más placer en este mundo, pero es verdad que las mejores siempre son las prohibidas. Creo que es una forma de delimitar las mejores cosas para los más valientes, porque solo los que tiene valor suficiente para romper las reglas y aventurarse en lo prohibido lo merece»

«Dicen que lo prohibido es siempre lo mejor»

«Con toda certeza, basta con mirarla a usted»

«¿Yo?»

«Sí, Miss Swan. Una mujer como usted por donde pasa atrae las miradas y si fuese soltera millones se acercarían desesperados por una cita, pero me aventuro a decir que algunos, incluso sabiendo que está comprometida, la desean y quieren conquistarla»

«Gracias, pero creo que usted encaja más en ese definición. Regina, no tengo duda de que alimenta pasiones por donde pasa»

«¿Atraería su corazón, Miss Swan?»

Regina habló acercándose a Emma, percibiendo que a cada paso suyo, la mujer que tenía delante tenía más dificultades para respirar. Se acercó hasta invadir el espacio personal de Emma, ella olía a canela y Regina ya estaba viciada con ese aroma. Emma estaba con el corazón a mil, respirar era cada vez más difícil y solo lo hacía porque era necesario. La mujer que estaba atormentando sus pensamientos de día y de noche estaba ahí, tan cerca de ella. Regina decidió preguntar otra vez.

You got every thing I ever wantedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora