Parte única.

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 Luces por todas partes, enorme buffet incluyendo un adorable y delicioso pastel con frutas a la vista de todos. 

 La música hacía vibrar el suelo obligando a cada invitado tener que aproximarse considerablemente a tu oído para hacerse oír. 

 Invitados los cuales con algo de esfuerzo lograba reconocer poco más de la mitad, pero tampoco importaba demasiado ya que la estaban pasando bien y todos ellos eran agradables. 

 No hubo excepciones de abrazos y obsequios, obsequios que probablemente cuestan una fortuna, lo cual es algo innecesario a mi parecer pero acepté todos y cada uno de ellos con la mejor de mis sonrisas, mamá me enseñó desde muy pequeño a no ser grosero, cosa que al pasar de los años aún seguía muy presente en mi educación. 

 Louis de verdad había pensado en todo, quiero decir, no estaba en mis planes organizar una fiesta, es más me hubiera conformado con solo pasar la noche a su lado donde él quisiera, sin embargo insistió que sería agradable festejarlo con amigos y familia. Y realmente me habría negado de no ser por su insistente mirada que me decía que lo merecía, aunque no es como si sus pequeñas y suaves manos recorriendo sobre piel y sus húmedos labios sobre mi garganta ayudaran en lo más mínimo con la tarea. 

¿Como negarme? 

 Noté como la gente comenzaba abrirse paso a mi alrededor y mi burbuja de felicidad se extendió por todo el lugar. 

 Louis estaba ahí de pie observandome a lo lejos y me pregunté cuanto tiempo habría estado allí y no lo noté.

 De pronto todo se volvió más brillante, de un color más profundo y solo se trataba de él, luciendo como un maldito principe prófugo al que le prometieron quitarle la cabeza si volvía a verme, sin embargo allí estaba, vistiendo tan delicado y suave como de costumbre.

 Sus pronunciadas caderas se movieron con destreza al avanzar hacía mi, robandose la atención de todos los invitados y de pronto quise que todos se largaran de allí y dejaran de ver lo que es mío.

 En su mano llevaba una pequeña caja dorada con un elegante moño azul Francia al rededor del mismo. Ese era él, mi pequeña mierda adorable y cursi.

 Para cuando estuvo a tan solo unos centímetros de mi reveló que en su otra mano traía consigo una rosa. ¡El malditamente sostenía una enorme rosa en su otra mano! Y no es que me caracterizara por emocionarme con algo tan simple, pero no lo era, no era solo una rosa. Mi maldito novio, me trajo una rosa en mi cumpleaños. 

 Y se sentía bien, se sentía bien porque realmente estaba aquí y ni siquiera hizo el intento de ocultarse. 

"Feliz cumpleaños pastelito" me dice al oído arrastrando sus palabras en su marcado acento, y luego deposita un delicado beso sobre mi mandíbula. 

 Sonrío por inercia y puedo escuchar como todos repiten al unisono 'Aw' y no ayuda en nada ya que mi corazón está latiendo con suficiente fuerza como para salirse de mi pecho y siento que mi cara entera está ardiendo a rojo vivo, entonces simplemente me inclino y escondo mi cara sobre el hueco entre su cuello y hombro y me siento seguro. 

 Hogar. 

"Te extrañé. Creí que vendrías más tarde, olvidé que te gusta hacer entradas dramáticas" le digo a su oído de manera que nadie puede oírme salvo él, y sé que está sonriendo entonces me aparto para comprobarlo y efectivamente lo está haciendo. Las pequeñas arruguitas a los costados de sus ojos le hacen ver aún más adorable y de pronto siento ganas de besarle pero sé que no puedo, al menos no ahora. 

"También te extrañé, y no puedes enfadarte por eso también te gusta toda esa mierda de entradas en cámara lenta como en las películas ¡No puedes negarlo!" me dice buscando pelea sin embargo pongo los ojos en blanco y dirijo mi atención hacía el obsequio en su mano. 

"¿Eso es para mi?" pregunto arrebatando la pequeña caja de sus, aún más pequeñas, manos.

"No Harold, es para mi perro Cliff, casualmente le gustan los obsequios caros.. ¡Claro que es para ti! Anda abrelo." 

 Intenté no reír ante su ironía, odiaba cuando hacía eso. Aunque no realmente. 

 Deslicé el lazo azul con suavidad y quité la tapa, dentro se encontraba un par de anillos de plata y realmente intenté hacerme una idea de cuan costosos serían pero fallé en el intento. 

"Dios, Lou.. ¡Es increíble! No, de verdad, es- eres increíble!" enseguida me apresure a colocarmelos y me quedé allí unos segundos contemplandolos junto a todos los demás que me obsequió en antiguas ocasiones, y quise llorar porque realmente lo amaba demasiado. ¿Cómo era posible enamorarme cada día más? 

"Déjame decirte que es lo mínimo que te mereces, amor. Ahora si me permites, ¿Me concedes esta pieza?" Parecía absurdo en el momento, pero quizás todo lo tenía planeado, no lo sabía. Pero una suave melodía comenzó a sonar en el instante que me extendió su mano. 

"Lou, nos están viendo" 

"¿Qué importa? Mierda, es tu cumpleaños, no permitiré que nadie me impida bailar con mi hombre ¡Que se atrevan!" exclamó lo suficientemente alto como para hacerse oír y los demás decidieran seguir con lo suyo y dejarnos disfrutar tranquilos. 

 Entonces cedo, probablemente con demasiada facilidad. Louis se ríe, tomando de mi mano y tirando de mi hacia la multitud y bailar. 

 En un primer momento, es torpe. Ambos de hecho, no estamos acostumbrados a bailar en publico, o en ningún lado en realidad, comos pésimos bailarines, sin embargo tomo las riendas y decido tomar de la pronunciada curva en su cintura y atraerlo con fuerza hacía mi. 

 Ambos reímos sin motivo aparente y nos dejamos llevar deslizandonos de un lado a otro con tranquilidad permaneciendo aferrados el uno al otro, lo cierto es que si alguien intentase separarnos sería una tarea realmente difícil. 

 Me permito observar su rostro con libertad y el azul de sus ojos se ven tan profundos como el mar y brillan tanto como un diamante y definitivamente pienso que es mi color favorito ya que nunca lo veré en otra parte. Es realmente único y precioso, como todo en él. 

'Eres hermoso'

 Decimos al uniso y quizás sería algo de lo que deberíamos asustarnos sin embargo ha pasado tantas veces que ahora solo es divertido. 

 Puedo sentir como sus dedos se deslizan por mi cara, es tan suave que siento la necesidad de cerrar mis ojos y así lo hago.

 Espero paciente, sé lo que hace y no quiero frenarlo.

 Sé que quiere besarme, y lo dejo. 

"Feliz cumpleaños" le escucho susurrar justo después de deslizar su lengua sobre mis labios y luego unir los suyos contra los mismos.


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⏰ Última actualización: Feb 03, 2017 ⏰

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