Capítulo 1

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Me arrastré por el piso hasta llegar a mi espada, rápidamente la puse frente a mí para bloquear el ataque de Equidna, esa monstruo mitad mujer mitad serpiente, madre de los más temibles monstruos mitológicos. Me puse de pie y blandí mi espada en su dirección, llegué a cortar un poco de su cola, pero fue suficiente para ponerla furiosa, se puso loca, sedienta por mi sangre, por matarme. Cree un campo de energía a mi alrededor, necesitaba distraerla, pero para eso tengo a mi guardián ¿no?

- ¡TITIAN! ¡TE NECESITO! – en eso, detrás de mí, aparecieron unas centelleantes llamas, de un brillante color naranja, y entre ellas, pasaba mi guardián. Claro, en su tamaño compacto.

- ¿Si princesa?

- Necesito que distraigas a Equidna, para poder matarla de una vez y ayudar a Evan- dije mientras miraba a Equidna, jamás hay que perder de vista a tu enemigo en plena batalla. Evan está peleando con Tifón, la pareja de esta bruja. Esto si era el último nivel.

- Como ordenes

- ¡Tutéame de una vez, por el amor de Dios! ¡Años que llevo diciéndotelo!

- Lo siento, lo siento

Titian cerró los ojos y unas enormes llamas azules lo envolvieron, que iban creciendo junto con él. Y en un instante, Titian paso a ser un Dragón compacto de apenas 20 centímetros, a ser el monstruo mitológico de 30 metros que conocí años atrás. Rugió y extendió sus enormes alas, Equidna volteo a verlo y por unos segundos la vi con temor en su rostro, pero esa expresión se desvaneció a los segundos, lo miro fijamente y enseguida se dispuso a atacar. Deshice mi campo de energía, coloqué mi escudo delante y avance lentamente, con la espada en mi otra mano. Equidna peleaba ferozmente contra Titian, miré a Titian y asentí. Corrí lo más veloz que me permitieron mis piernas, agite mi espada en el aire y corte su cuerpo justo a la mitad, donde termina su parte femenina y comienza la reptil.

- ¡AHORA!

Titian comenzó a lanzar fuego por su hocico, y yo no me quede atrás. Respire hondo, cerré mis ojos y apreté mis manos en puños lentamente, el fuego aparecía a mi alrededor, me rodeo por completo, abri mis ojos levante mi mano derecha y apunte con esta al cuerpo que aún se movía desesperadamente tratando de unir su cuerpo otra vez. Muy tarde. En unos segundos, no había más que cenizas de aquel monstruo. Lamentablemente, solo era una ilusión, la cual me prepara para lo peor.

- No te quedes ahí, ve a ayudar a Evan. Xanthus hace lo que puede- me dijo Titian

- Voy- iba a irme y me gire- ¡Dios mío me has tuteado!

- Sí, sí. Ahora vete, no hay tiempo

- Okay

Tifón era un colosal y espeluznante monstruo alado cuya estatura era tal que podía alcanzar las estrellas. Poseía cabezas de dragón por dedos y un gran número de serpientes se hallaba repartido entre sus muslos, con incluso más serpientes formando sus piernas a partir de estos. Tifón podía abrasar todo lo que se le opusiese con su mirada, así como vomitar fuego y lava de su boca, crear huracanes y terremotos moviendo sus alas. Maldita sea, ¿Quién rayos diseño este entrenamiento? Dudo que esa persona se haya enfrentado con el padre de los monstruos griegos.

Evan y Xanthus hacían lo que podían con él, en cierta parte estaba controlado. En resumen, Evan fue bendecido por los Doce Olímpicos como yo, a él lo bendijeron: Poseidón, Hestia, Hebe, Enio y Hefesto. De ahí sus poderes, como los míos.

- ¡EVAN! ¡Xanthus y Titian pueden distraerlo! ¡Sígueme!

- ¡Entendido! - ambos nos dirigimos a los pies de Tifón

-Crea una cadena de hierro, la más gruesa que puedas

- ¿De cuánto?

- Mmm...- mire al gigante- 15 metros

Velika VatraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora