Amigo mio. Deje que le diga;
Que aquí estoy en su compañía.
Que a pesar de su dolor,
en su lucha, está la mía.
Que a pesar de su agonía,
el camino que recorra,
lo hará sin titubeos
y en armonía.
Amigo mio. Deje que le diga;
Que la paz no será mía,
si la suya estuviere guerreando.
Que al encuentro de su alma,
juntos estaremos caminando.
Allá, a la vera de su río,
cuando las aguas calmas
Se pierden en el olvido
y se trasladen a los mares
fríos y profundos, juntos
buscaremos su recuerdo.
Juntos encontraremos
Rosas, malvas, lirios.
Y sobre la alfombra
que las cubre, su hermoso
cuerpo limpio y lindo.
Amigo mio. Deje que le diga;
Caminemos por el sendero
al encuentro de la tarde.
Donde los grillos nos anuncien
la llegada de una noche oscura.
Y mientras sale el sol,
dibujemos con estrellas
corazones de ilusión. Y al alba,
juntos, caminemos hacia ella