Aquel día estaba siendo muy aburrido ¡Espera! ¿Qué estoy diciendo? Todos los días son aburridos, y más estando en la escuela, sí, me encontraba en clases, las aburridas clases de siempre ¿Cuándo pasaría algo emocionante que cambiará mi vida? No lo sabía, pero eso iba a ocurrir ese mismo día, en este mismo salón.
El tiempo pasaba, aunque yo no paraba de ver el reloj de la pared que se encontraba justo encima de la pizarra, pero no, parecía que no pasaba más la hora, todo se hacía eterno, así que no pude más y crucé mis brazos sobre mi pupitre, para así esconder mi rostro entre ellos cerrando los ojos ¿Me dormiría? Probablemente.
En ese momento escuché que la puerta del salón se abrió, y unos zapatos sonaban contra el piso ¿Sería una mujer? Seguro, pero su llegada al salón no impediría mi sueño, aunque si lo impidió una mano, sí, era mi compañero Ryoga que intentaba despertarme con un ligero movimiento en mi brazo, así que algo molesto levanté mi rostro hacia él.Tsuzuku - ¿Qué pasa?
Le susurré ya que no entendía por qué me interrumpía de ese modo, ya que perfectamente sabía que no me gustaba ser interrumpido en medio del sueño.
Ryoga - Mira. . .
Me susurró de la misma manera para que no nos regañaran y me señaló disimuladamente, así que giré mi rostro y pude ver a la chica que había entrado al salón, la dueña de esos zapatos ruidosos, pero. . . ¿Acaso era nueva? Al parecer sí, y con razón Ryoga me llamó, sabía que ella era de mi tipo. Simplemente era una rubia deslumbrante, con vestimenta algo gótica y hasta tenía piercings y tatuajes ¿Habré encontrado a la chica de mis sueños? No podía quitar los ojos de ella, y pude notar que un ligero sonrojo se apoderó de sus mejillas al sentir mi mirada, sí, ella también me miraba, y era como si nuestras miradas se hablaran solas sin emitir palabra alguna de nuestros labios.
El maldito profesor interrumpió nuestra ''charla de miradas'' y la mandó a que tome asiento, así que ella sólo asintió y fue a sentarse mientras yo la seguía con la mirada ¿Qué me pasaba? Estaba hechizado por esa hermosa mujer y hasta me sentía un acosador serial ¿Desde cuándo era así? Bueno, soy de esas personas que cuando tienen algo en mente no paran hasta conseguirlo, en este caso es igual, y ya la tenía en mente a ella, a la bella rubia.
El tiempo por fin pasó y se anunció la hora del recreo, la hora que todos esperaban ya que salían rápidamente del salón, pero ella era delicada, y salió del salón con suma tranquilidad, mientras yo me encontraba ahí, mirándola.Ryoga - Linda ¿No?
Mencionó Ryoga interrumpiendo mis pensamientos.
Tsuzuku - Cállate, y ni se te ocurra mirarla, es mía.
Ryoga - Si que te dejó más bobo de lo que eres, pero si es tuya deberías ir con ella ¿No?
Tsuzuku - Sí, es verdad, y eso haré.
Dije antes de salir del salón ¿Pero dónde estaría? Es una estudiante nueva, pero seguro estaría en el campus, así que me dirigí allá y pude verla a lo lejos, se encontraba sentada en un banco por comer de su lonchera, sí, definitivamente debía hacerme amigo de la nueva, digo, debe sentirse muy sola ¿No?
Tsuzuku - ¿Puedo?
Le consulté una vez frente a ella esperando por su respuesta. No emitió palabra alguna de sus labios, pero sí asintió sin levantar la mirada hacia mi, así que sin más me senté a su lado en el banco. La situación era algo incómodo, ninguno se hablaba, pero yo no parada de mirarla, ya que me parecía mucho más hermosa de cerca.
X - ¿Quieres?
Por fin escuché su voz. Sólo me ofrecía la mitad de su sándwich, a lo que asentí y tomé con mi mano aquella mitad ¿Cómo rechazarla? Estaba compartiendo su comida conmigo, era un avance, y eso me alegraba.
Comimos juntos hasta acabar, otra vez en silencio, hasta que un comentario mío arruinó el momento.
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El secreto de la rubia
Short StoryTodos tienen secretos, hasta la bella rubia. . . ¿O quizá deba decir ''rubio''? Tsuzuku x Meto