Somos Los De Abajo

¿El bien y el mal?

¿Sigues ahí? ¡Me alegro! Ahora mismo estamos en nuestro dormitorio es un cuarto de 30 metros por 30 metros, todas las paredes están un poco, bueno, muy despintadas. Hay 15 literas (una cama para cada uno), y una mesa donde podemos comer, o bueno si hay para comer. Empiezo a sospechar que los trabajadores están hipnotizados, porque pues, como ya sabes este lugar ha estado aquí desde hace un siglo, y hay personas como de 78 años que siguen trabajando, ya deberían haberse jubilado. Pero está bien, el punto es que quiero que me ayudes a escapar. Estoy indeciso, mis ideas cada vez son menos legibles. En total hay 300,000 pisos, con guardias y cámaras vigilando las 36 horas del día. Cuenta la leyenda que si escapas, parecerá un sueño, o quizá el cielo mismo.
El plan es este:
Si un año tiene 620 días quiere decir que si quiero escapar me tomará 300,000 días, a menos que atraviese 2 niveles en un día, o tal vez 3 por día. Eso depende de mi. La verdad es que quiero ayudar a todas las personas posibles, no se como lo vaya a hacer, pero tengo que ayudar a mi gente.

Ya es hora de levantarse de la cama, regularmente al despertar, me dirijo hacia el comedor principal donde nos dan un repugnante y asqueroso desayuno. Tomo el periódico, lo hojeo, lo vuelvo a dejar donde lo tomé, me en camino al aserradero, me coloco unas botas desechables, tomo mi cortador de corteza y me dispongo a trabajar cinco horas seguidas hasta que nos dan un receso de cinco minutos para comer, claro, si tenemos. La gente es muy conformista, y se conforma con una goma de mascar al día. Posteriormente trabajo otras siete horas hasta que es hora de irse a dormir, y así es todos los días.
Desde que llegué aquí, el señor, nos ha... espera, ¿no sabes quién es señor? Bueno, te lo explico brevemente, señor es el sobrenombre que lleva el director de aquí, y así lo tenemos que llamar. ¿Por qué? ¿Cómo preguntas eso? Le decimos así porque... porque... porque así es y se acabó. Eso es lo que me dijo al llegar, es como tu madre que le preguntas algo como:
-Mamá por qué la luna es blanca y no roja.
Y tu mamá responde:
-Porqueeeeee... porqueeeeeee... Pues no sé pero así es.

Pues así pasa con señor.