Capitulo unico

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Hola! Este es mi primer fanfic en esta categoría y espero en verdad sea de su agrado este one shot que he escrito. La idea surgió de un rolplay con una amiga y de ver Death parade y Kyo kara maoh. Al final el resultado fue este.

Antes que nada, aclaro que la muerte, la vida y la madre tierra mencionados son eh...personas o algo así, no aparecen pero son mencionado una vez y pensé que debía decirlo.

Me disculpo si hay faltas de ortografía o términos mal dichos.

Advertencias: Muerte de un personaje, Ooc y algo de drama (¿?)

Género: AU

Kuroshitsuji no me pertenece, sólo he escrito esto con fin de satisfacer mi retorcida mente.

Dedicado a mi amiga Dagriz y a mi hermana Geral.

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Observó con cuidado a la figura que yacía plácidamente dormida frente a él. Su expresión era pacífica y serena en un hermoso rostro de piel blanquecina y facciones delicadas en conjunto con un par de largas pestañas. Este ser poseía una belleza cautivadora.

Era una lástima que tuviera que tomar su alma ahora mismo. En pocas ocasiones había tenido la fortuna de encontrar un alma tan blanca y pura como esta; era magnifica y realmente llamativa. Se atrevía a decir que, entre las pocas que había encontrado de este tipo, esta era la mejor de todas.

Suspiró y se agacho para poder levantar el cuerpo ajeno del frío suelo; lo tomó entre sus brazos con delicadeza y se dispuso a llevarlo a un mejor lugar. Era su deber después de todo. Tomar el alma de las personas y llevarlas a la perdición o la reencarnación; todo dependía del tipo de vida y persona que se presentara.

Era su labor desde hace bastantes años, tantos que no tenía ni idea de cuánto tiempo llevaba en ellos, quizá siglos; no lo recuerda realmente ni desea hacerlo; lo mismo sucede con las personas a las que se ha llevado consigo. El ser una propia creación de la vida y la muerte juntas le había conferido una enorme responsabilidad de la cual no podía escaparse. Su padre (la muerte) le había asignado la labor de recolección y juicio de almas mientras que su madre (la vida) le había dado la tarea de transportarlas a su nuevo destino.

A veces le fastidiaba este trabajo.

Suspiró de nuevo y llegó al altar en dónde debía colocar el cuerpo ahora inmóvil. Lo dejó con sumo cuidado sobre este y lo observó de nuevo. Esta persona probablemente tenía alrededor de los 12 años de edad; era un niño que había poseído una vida muy corta y cruel a la vez. Una madre difunta en el parto y un padre involucrado en el bajo mundo que llevó a su propio hijo y a sí mismo al final de su existencia.

Recuerda vagamente el haber visto a un hombre con rasgos similares arrivar a este lugar; recuerda también el haberlo mandado a la perdición. De la madre no tiene memoria, llegan demasiadas personas que a veces no tiene tiempo de prestar atención a todas, además de que eso debió suceder hace bastantes años.

Se dispuso a comenzar con la extracción del alma cuando notó el par de ojos abrirse de golpe; eran de un color zafiro bastante llamativo. Parpadeó confundido ante esto, nunca había sucedido que alguna persona despertara del letargo eterno.

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