UN AMOR SIN FRONTERAS

Cuestion de Suerte

Los días pasaron y ambos se dieron cuenta de la complicidad que se tenían y la bonita amistad que habían formado.
Ella podía hablar con él sin temor a nada, sabía que él estaría para ella en todo momento, que soportaría cada berrinche, locura y capricho que se le ocurriera.
Cuando se trataba de salir era todo un caso, él tenía que esperar horas trás horas para que ella llegue, y por mas esfuerzo que ella hacia en llegar puntual siempre llegaba tarde, pero al llegar al lugar no encontraba reproches, solo encontraba aquel chico que la esperaba felíz, él la conocía tan bien que sabía que ella si hacia lo posible por llegar puntual pero al momento de verse al espejo por el más mínimo detalle se iba a cambiar y ese cambio era entre tres a cinco veces ya que ella tenía que sentirse bien y cómoda para poder salir y él ya se había acostumbrado a ella y sus manías.
Sin duda alguna ella era muy afortunada, quién podría esperar horas tras horas y no enfadarse ...
Era muy difícil encontrar a alguien asi, pero la suerte era de ella, contaba con su amistad, su cariño y sobre todo con su comprensión.
Todo era cuestión de suerte, y que suerte había tenido ella, él era el chico ideal para ella, tanto que hasta idearon un plan para evitar tanto la impuntualidad de ella, asi que idearon lo siguiente que cada vez que salieran ella le avisará a él cuando ella ya este terminando de alistarse para asi poder llegar iguales al lugar, y el plan les funcionó una a dos veces, después a ella se le ocurrió mandarle fotos de lo que se iba a poner, para que él le de su opinión y asi se le haga más fácil su elección.
Al llegar al lugar del encuentro él la miraba y sonreía diciéndole: -eso no es lo que te ibas a poner- ella - lo siento, es que algo no me gusto-
No les quedo mas que sonreír ella seguiría haciendo lo mismo y él seguiría teniendole paciencia.