Prefacio.

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Mi mirada viaja desde mi hermano pequeño dando bocanadas intentando conseguir una pizca de aire, hasta mi madre, la cual yace inerte en el suelo desde hace un buen rato.

- No te vayas Miles... _suplico mientras lágrimas ruedan en silencio.

Miles se ahoga en su propia sangre y lo único que alcanzo a distinguir bajo ese sonido de burbujeo tan desagradable, es un gemido de dolor.

Un sollozo termina escapando de mi garganta, revelando a mi hermano que sufro.

Me empuja débilmente en un intento de que me vaya y deje atrás la matanza que tenía ante mi.

-No... _niego con dificultad.

- Largo_ consigue gruñir antes de atragantarse y comenzar a toser.

Mi hermano se queda en mitad de una inspiración y ya sin poder coger más aire, me mira... y sonríe diciéndomelo todo.

Apreto con fuerza mis labios y me incorporo bruscamente al escuchar sirenas cerca.

Beso una última vez la frente de mi hermano y salgo corriendo como una auténtica cobarde.

Acelero al llegar a la puerta principal, tirándola abajo, buscando una vía de escape, pero unos brazos robustos me atrapan en el mismo instante en el que uno de mis pies transpasa el umbral.

- ¿Dónde ibas tan deprisa?_ ríe con crueldad.

Me retuerzo con ganas, pero es en vano.

Arrastrándome consigue meterme a la fuerza dentro del coche patrulla.

Estoy ahí metida lo que a mi me parecen horas mientras llegan más agentes y comienzan a sacar a mi familia en bolsas.

Una arcada me atraviesa desde las raíces de mi pelo cobrizo, hasta la punta de los dedos de los pies.

Miro a otro lado y es entonces cuando aparece el ''psiquiatra´´.

- Hola Anastasia_ me saluda amigable.

Me limito a mirar mis manos encadenadas con esposas que aprietan una barbaridad.

- ¿Qué tal estás?_ vuelve a preguntar.

Me encojo de hombros sin ganas de abrir el pico.

- ¿Me permites que te haga unas cuentas preguntas sobre lo que ha pasado ahí dentro?_ me sonríe con ternura.

Vuelvo a encogerme de hombros.

- ¿Los mataste tú?_ pregunta sin rodeos.

Un latigazo me recorre de punta a punta y me pongo a temblar mientras las escenas de lo que ha pasado hace tan solo un rato, pasan por mi cabeza.

Mirada de Hielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora