Estaba respondiendo algunos problemas de matemáticas que me había dejado hoy como tarea,relajada en el sillón de cuero viejo de mi hermano, el molesto Sol alumbrando las hojas y la hermosa voz de Chris Martin sonando a través de mis auriculares.
Sentí un toque en mi hombro, por lo que miré hacia arriba, allí estaba la novia de mi hermano. Me quité los audífonos, esperando a que hable.
"Hey Indie," saludó Liz mientras se sentaba en el sofá, con una enorme sonrisa en el rostro. Dejé mi teléfono de lado.
"Hola Liz," giré mi cabeza un poco, pude verla achinar sus ojos y apoyarse en mi hombro, "estás cariñosa, ¿qué es lo que quieres?"
Ella abrió la boca, fingiendo indignación, pero luego la cerró y se encogió de hombros. Después de todo, algo quería.
"Tu hermano dice que hoy hay una cena importante, y que debes ir a comprar ropa junto conmigo."
Fruncí las cejas y con confusión pregunté, "¿Para qué dará una cena?"
"Invitó a un viejo amigo, que ahora es su nuevo compañero de trabajo."
"¿Viejo amigo?"
"Haces muchas preguntas," comentó con fastidio.
Puse los ojos en blanco.
"¿Recuerdas cuando se mudó con tu madre a California?"
Asentí, éso había pasado hace al menos nueve años.
"Bueno, allí conoció a un chico en la escuela, se hicieron amigos y luego, cuando tu hermano volvió de California, siguieron en contacto. Ahora él se mudó a Chicago y consiguió trabajo en la escuela donde Gabe trabaja y tú estudias, como maestro de música," respondió con una sonrisa.
"Genial," la novia de mi hermano sabía más de él que yo, qué vergüenza.
"Bueno, basta de charlas, tenemos que ir al centro comercial y comprar un bonito conjunto para la cena de esta noche," se levantó del silló y tiró de mi mano, haciendo que yo también me levantara.
Ambas caminamos hasta la puerta y salimos de la casa que comparto con mi hermano mayor, comenzamos a caminar hasta el centro comercial.
*
"Ugh, Lizzie, odio este vestido," dije mientras me miraba en el espejo del probador.
Ella giró los ojos, negando con la cabeza, "Te queda espectacular."
"No me gusta."
"¡Oh, vamos! ¡Mira lo bien que resalta tu cintura! Y es negro, ¡Amas el negro!"
Roté un poco, observando cómo me quedaba de costado. En verdad me hacía ver más delgada, lo que es mucho decir, ya que mi barriga no pasa desapercibida. Daba la impresión de que tenía más busto, y eso me gustaba. Y los tacones que Liz había escogido me hacían dejar de ver como un hobbit.
El único problema era que es un vestido, y yo no uso vestidos.
"Pero-"
"Nada de peros, Indiana, comprarás el maldito vestido," advirtió Liz, "¿Dejarás de chillar si dejo que uses un puto short debajo?"
Asentí con la cabeza.
"Bien, ahora quitátelo, es momento de ir a una tienda especial," mordió su labio inferior. Estaba tramando algo, y tenía miedo.
Cerré la cortina del probador y comencé a desvestirme.
*
Tenía que ser una locura. Liz definitivamente perdió la cabeza.
