on purpose ➳ wonhui

única parte.

Cuando Jun salió fuera de la oficina de la directora (con los ojos cerrados, una expresión de dolor en su rostro y una mano en su pecho, algo digno de un actor), la risa burlona pero calida de su mejor amigo lo recibió.

"Tuvieron una linda charla, no es así?" Pregunto Minghao, conteniendo su risa tras la salida dramática de Jun de aquel lugar.

Jun y Minghao eran amigos desde que empezaron la escuela, cuando solamente eran dos niños perdidos en dos idiomas diferentes. Ambos venían de China, sus familias se mudaron a Corea por diferentes motivos, trabajo o una mejor vida en otro país. Cuando Jun empezo las clases en Corea, sabía desde el minuto uno que nunca iba a ser facil para él, pero no contaba con la compañía de Minghao, que en ese entonces parecía alguien serio pero en realidad, era solo un niño asustado y perdido, al igual que Jun.

Se conocieron en el autobús escolar, cuando uno de sus compañeros empujo a Jun, quien cayo arriba de Minghao y él... lo llamo idiota en chino. Desde ese día, se hicieron amigos, se volvieron inseparables, cargaron con los problemas del otro como su fueran propios y, después de mucho tiempo de estar soportando las burlas de sus compañeros por ser simplemente dos chicos chinos, decidieron que solo se necesitaban mutuamente para poder sobrevivir a eso, y tal vez decir algún que otro insulto en su idioma natal cuando ya estaban hartos.

En ese momento, Jun miró a su amigo con una pizca de odio y cara seria.

"No es gracioso, estoy en detención por dos semanas. Empezando desde hoy." Respondió Jun, saliendo de la dirección y dirigiendose al baño, con Minghao atrás de él.

Resulta ser que Jun se peleó con un chico en la cafetería, quien había estado molestandolo desde hacía horas, y como ese simplemente no era su día, decidió callarlo con un par de golpes, nada de otro mundo.

"Bueno, no se que decirte, además de que la detención te vendrá bien, te quitará ese humor horrible que tienes desde hace una semana." Respondió Minghao con cara sería.

Y si, por más que lo haya intentado ocultar, Minghao siempre se daba cuenta cuando algo le pasaba.
Hace semanas, Jun se venía preparando para el papel de protagonista en una obra pequeña, cerca de la ciudad. No era gran cosa, pero Jun amaba la actuación y amaba lo que hacía y la idea de la obra le parecía genial. Asi que una semana antes de la audición, falto a clases para poder ensayar tranquilo sin ninguna presión extra, tuvo que mentirle a su madre y a la escuela con que estaba enfermo, se perdió días de clases y horas de sueño para que el director de la obra le dijiera que su actuación fue un desastre. Luego de eso, Jun volvió a la escuela un miércoles, sin humor, con el corazón roto, sin ganas de vivir (si él mismo admitió que estaba siendo catastroficamente dramático, no lo iba a admitir), teniendo que soportar a un grupo de gente molesta y ruidosa que solo empeoraban su estado de ánimo.

Y además, tenía que seguir mintiendo porque de verdad, Jun no quiere que nadie sepa de que estudió teatro y actuación, no quiere que nadie sepa que le encanta actuar y bailar, no quiere que nadie, nadie, sepa que fallo por vez mil en conseguir un papel porque eso significaría más humillación, no quiere que nadie, ni su mejor amigo, sepa eso. Menos ahora cuando esta acomplejado por su actuación y esta pensando si ser actor es realmente lo suyo.

Jun miró a Minghao, quien lo estaba mirando también, algo serio pero aún con ese brillo en sus ojos, de alguna forma, tal vez, alentandolo a que cuente lo que le estaba pasando, pero Jun tenía muy claro que no lo iba hacer. Asi que se lavo la cara, se seco con su propia remera y miró devuelta a Minghao.