Prólogo

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Llegué a la dirección que me dijo mi madre que era la casa de mi tío Gabrielle, pero no me podía creer que fuera esa enorme mansión frente a mí. Toqué el timbre y una cámara junto a él me enfocó.

- ¿Quién es usted?

-Eh...ah... Mi nombre es Alicia Agreste, me preguntaba si esta es la casa de mi tío Gabrielle y... -antes de poder acabar, ya me habían abierto la puerta.- Eh... gracias.

Caminé por el jardín sin duda hermoso y al llegar a la puerta de seguramente una madera cara, me abrió una mujer de ojos turquesa y cabello negro y rojo en las puntas.

-Hola, señorita ¿Puedo ver a mi tío?

-El señor Agreste está algo ocupado ahora, pero estoy segura de que a Adrien le gustará mucho verte, él está en su escuela. Puedes ir a buscarlo si quieres, sale dentro de media hora. Recibí ordenes del señor Agreste de inscribirte en la misma escuela que Adrien, tus clases comienzan mañana, aquí tienes tus horarios.

-¡Oh! ¡Muchas gracias, señorita! Eh... ¿Cómo se llama usted?

-Puedes decirme Natalie.

-Gracias, Natalie. -tomé la hoja que me extendía y salí corriendo en dirección a la escuela.  Estaba a punto de llegar cuando vi que un descuidado pasó a llevar a un anciano y éste tuvo que afirmarse de una pared.

-Oye, fíjate por dónde vas, viejo. -dijo el hombre. Corrí a ayudar al anciano y encaré al imbécil que lo había empujado.

-Sabes que es de mala educación empujar a los demás, al igual que no respetar a los mayores. ¿Porqué no vas a empujar a tus amigos? Tal vez salgan menos perjudicados.- el hombre me miró enfadado y se fue tecleando en su celular.- ¿Está bien, señor?

-Sí, gracias. -luego de eso, volví a mi curso de llegar a la escuela. 

Al entrar, vi que una rubia con maquillaje de payaso estaba coqueteando con mi primo mientras él la evitaba. A su lado, un chico moreno se reía de la situación.

- ¡Adrien! -grito. Mi primo voltea hacia mí y sonríe.

-¡Alicia! -corrimos así bien de película y al encontrarnos nos abrazamos. Enterró su cara en mi pelo y sonreí al sentir que volvía a estar con mi primo. Cuando nos separamos, noté que eramos casi iguales. Rubios, ojos verdes y de piel clara. Pasamos por gemelos. -¿Cómo has estado?

-Bien ¿Y tú?

-Excelente.

Catalina: Bueno, bueno. Parece que a alguien le va gustando esta historia...

Chloe: No es cierto, nadie la lee. Y yo no le coqueteo a Adrien, él me adora. Además pierdes el tiempo ayudando a ancianos.

Catalina: Chloe, que seas un ángel al lado de Lila, no significa que seas agradable. Como sea, ¡Disfruten la historia!

Primavera💕 Ladybug 🐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora