Intentó de amar

Ahora (parte 1)

Al filo de la media noche abro mis ojos mirando la parte de arriba del techo, perdiéndome en el constante movimiento de mi ventilador, casi al borde de quedarme dormida , tomó mi celular y lo pongo a cargar para la mañana siguiente - ¿porque me cuesta tanto dormir? – susurró, la respuesta era bastante obvia, lo que me quita el sueño son los constantes recuerdos de mi vida, estos dos meses siendo una completa mártir de mis sentimientos, sentimientos que no se cuando surgieron solo se que me encuentro enamorada, sé eso, como también sé que esto que siento me está comenzando a desgarrar , me desgarra cada vez que los veo juntos, cada vez que te veo sonreírle, me desgarra cada vez que me intentó acercar y huyes, si hay un límite para este amor quiero encontrarlo pronto, para dejar sentirme tan miserable, el es mi obsesión y mi dolor.

Me despierto cansada y pesada después de la noche anterior, abro mis ojos notando como mi ventilador seguía dando vueltas, esa cosa era algo hipnótica, pase como unos 10 minutos solo viéndolo girar hasta que por fin tuve las ganas sufiecientes para levantarme por mi celular, notando que son las 12:00 pm – Mi mamá no me ha despertado – río un poco y camino hasta el baño, limpio mi rostro y me cambio de ropa.

Bajo a el comedor – ¿Mamá? – digo en voz alta sin recibir ninguna respuesta - ¿Acaso se fueron a desayunar sin mi?- Suspire, ya dando por vencida la búsqueda.

Reviso mi célular solo para matar el tiempo, abro Facebook y para mí mala suerte, la primera publicación que salió es un cambio de foto de perfil, de Megan.

– Es linda – no podía negar lo inevitable, creo que está bien emorarse de alguien si es asi de hermosa.

Sigo bajando, mirando las demás publicaciones cuando algo hizo que soltara mi celular de la impresión – Tonta – me dije riendo, lo que había sucedido era que mi celular estaba vibrando, al tomarlo puedo notar que había recibido un mensaje de Megan, lo que me sorprendió y más por lo que decía – " Ven a mi casa hoy a las 2:00 pm te necesito"–

Quede un poco en shock, pues toda esta semana la he estado ignorando por razones obvias, después de pensarlo detenidamente por unos segundos –" de acuerdo"– le respondí, la verdad es que no tenía que estar enojada o resentida con ella, ya que en teoría no me había echo nada malo, no es culpa suya que Manuk se haya enamorado de ella. Me cambio de ropa para después ir a desayunar algo.

– ¡Me voy!– grito con la esperanza de que mi hermano esté en casa, salgo y camino algo lento ya que no tenía muchas ganas de ir. No se en que momento llegue a su casa. Me acerco y toco el tiembre, la persona que abrió era la última persona a quien quería ver. –Hola Manuk – le salude como si nada, tratando de parecer una persona grosera – Hola – me dijo de forma seca haciéndose a un lado dejándome pasar, ya dentro de la casa miro qué hay cuatro personas desconocidas, creo que debí pedir más información antes de aceptar venir sin más – hola – alzo mi mano agitándola levemente, las cuatro personas que en su totalidad eran hombres, se acercaron a mi con total confianza guiándome hasta la sala, me senté sobre el sofá y los mire en silencio, uno de ellos tenía apariencia de poseer bastante dinero por la ropa de marca y su reloj en su muñeca, era bqastante simpático de piel blanca y unos lindos ojos color tusquesa que lo hacían resaltar de los demás, a su lado se encontraba un chico de piel bronceada poseedor de unas de las cejas más pobladas que eh visto alguna vez, sus ojos marrones le hacía dar un toque bastante seductor sin mencionar que trae una camiseta que deja a notar sus músculos, el tercero tenía la piel amarillenta su estructura es bastante delgada a comparación de los demás sin mencionar su altura la cual se podría comprar con la mía y eso quiere decir que es bastante bajo, el último parece ser bastante mayor, tiene una barba que se acomoda bastante bien con la forma de su cara, sus ojos son de un verde claro bastante llamativo, su cabello es de color negro con un leve peinado hacia atrás, este se me acerca de una manera peligrosa – hola, como te llamas hermosa – preguntó dejando salir un tono pícaro mientras me guiñaba un ojo –