Gran casualidad

49 8 0
                                    

Al cabo de unos minutos llegó la respuesta de Hillel, dude un poco en leer el mensaje, pero al final conseguí un poco de coraje y lo abrí.

Hillel : me gustas

-¿le gusto?- poco a poco mis mejillas comenzaron a calentarse y en mi estomago todo se revolvía, estaba en un estado peor que cuando fui a hacer el examen para el ingreso a la universidad.

Eric: ¿Te gusto?

Respondí al instante, no era tan lindo como para que el me dijera que le gustaba..

Nuevamente el tardó en responder, quizás ya se había arrepentido de lo que dijo.

Pasó 15 minutos y aún no respondió mi mensaje ni siquiera lo leyó, ya un poco frustrado salí de la habitación para ir a la cocina donde mi madre seguía con doña Josefina hablando cosas de mujeres.

-El pequeño ermitaño salió de su cueva.- Dijo mi madre sonriendo.

-Que paso pequeño Eric? Luces molesto.

-No me digas que con quien hablas, no te responde.- Mi madre otra vez se refería a Hillel.

-Algo parecido..- dije con una sonrisa mientras agarraba algunas de las galletas que la amiga de mi madre había traído.

-Hoy Josefina se quedará a cenar.- Dijo mi madre mientras me miraba como diciendo "deja de comer o no cenaras".

Deje la galleta en el mismo lugar y le sonreí. Ambas comenzaron a reírse por mi reacción y continuaron hablando de sus cosas..

Al cabo de unos 15 minutos el timbre se mi casa sonó.

-Debe ser mi hijo, le pedí que trajera las compras así preparamos algo.

-No debiste hacerlo jose, podríamos haber ido a comprar algo ya hecho.

-Descuida sólo trajo las verduras crudas, el pollo ya está hecho.-

-Entonces dile a tu hijo que se quede a comer, Eric por favor ve a abrirle la puerta.

Yo asentí y me levante de la silla para ir a la puerta mientras ellas acomodaban la mesa, sacando todas sus revistas de encima.

Abrí la puerta y había un chico de espaldas, yo le daba en el hombro así que me sentí algo intimidado, parecía que el no se había percatado que abrí la puerta, decidí tocarle el hombro y así hizo que el se diera la vuelta.

-Tu... - Dijo él  mirándome a los ojos.

-Hillel....- mis mejillas se sonrojaron, automáticamente di dos pasos atrás golpeandome con el marco de la puerta Dejando escapar un quejido.

-Éstas bien?- Hillel se acercó rápido y por instinto volví a retroceder.

-Si... descuida..-

-Por que no entran todavía..- mi madre y doña Josefina estaban detrás de nosotros con mirada curiosa.

Mi madre miro a Hillel sorprendida, no podría olvidar a ese chico y menos con lo guapo que era, me miró a mi pero su mirada había cambiado a uno más pícaro. En cambio doña Josefina se acercó a Hillel tomando las compras y llendo de nuevo a la cocina.

-Deberíamos ir a la cocina.- Dijo mi madre para luego dejarnos a solas.

Hillel cerró la puerta pero sin dejar de mirarme y yo poco a poco volví a retomar la compostura.

-Ven te guiare a la cocina.- dije un poco nervioso.

Hillel no dijo nada, me siguió hasta la cocina y se sentó a mi lado

-El es mi hijo.- Dijo doña Josefina mientras lo besaba.

- Es un chico muy guapo, ¿verdad Eric?-

Cuando por fin había calmado mis nervios, mi madre lanzó la pregunta bomba logrando que me sonrojara a más no poder.

-Claro que es guapo, es el chico más lindo de todos, al igual que tu Eric.
Doña Josefina siempre tratándome de chico lindo.

-Si es lindo.- Hillel me acababa de decir lindo...

-Obvio que lo es, salio a mí. - Dijo mi madre con una sonrisa mientras estaba pelando la cebolla, logrando que todos ríe ramos y el ambiente fuera un poco mas tranquilo para mi.

Y así quedó... nuestras madres cocinando y yo desviando la mirada de Hillel.

- Disculpa por no responder el mensaje, deje mi celular en casa, pero podrías decirme que decía ?

-sentí su susurro  en mi oído , logrando que en todo mi cuerpo recorriera un escalofríos..

-y..yo, no lo recuerdo, deje el celular en mi habitación iré a verlo...- salí de la sala prácticamente corriendo para encerrarme allí.

Porque.. porque es mi suerte que el sea justo el hijo de doña Josefina... no puedo tenerlo cerca, su voz.. Su perfume, todo él.... AHHHHHHHHHHHH .

Un grito mental hacia eco en mi cabeza mientras estaba boca abajo en mi cama buscando mi celular.

-Ya voy.- dije al sentir abrir la puerta.

-Quieres que te ayude a buscar?. - la voz era de Hillel, me levanté para ver si era el y si.. el estaba apoyado en la puerta con los brazos cruzados.

-N..no descuida puedo sólo, ve y siéntate en el comedor.

-Tu madre me dijo que te ayudará a buscar ya que eres algo despistado.

Gracias mamá, me entregas a la boca del lobo.. gracias..

-esas son ideas de mi madre.-

-seguro?

Trague un poco de saliva al sentir su risa, es tan linda como el.

-Si, seguro al cien por ciento.

Hillel se acercó a mi sorprendiéndome completamente, me recosté en la cama completamente como si esperaba que el hiciera algo, pero no.. tomó el celular que estaba a mi lado para luego entregarmelo.

-toma, creo que tu madre si tenia razón.

Mi corazón palpitaba acelerado, no debía estar cerca de este hombre y menos a solas.

-Tomé el celular y me senté en la cama, el hizo lo mismo quedando juntos en medio del silencio.

-entonces cual era la pregunta.- Dijo el mirándome a los ojos, o eso creo, la habitación estaba un poco oscuras ya que las luces estaban apagadas y lo único que alumbraba era la luz de los focos de afuera que entraban por la ventana.

-Que... si.. te gusto....-

-Si, eres un chico lindo-

Nuevamente mi corazón quería salir de mi pecho, mis piernas comenzaron a moverse por los nervios y si decía algo comenzaría a tartamudear.

-Te encuentras bien? Tus piernas se están moviendo.-

Negué con la cabeza, no quería hablar y en este momento me estaba comportando como un niño estúpido.

Me levanté de la cama pero él  me tomo de la muñeca logrando que volviera a sentarme pero esta vez en su pierna.

-Te encuentras bien?- nuevamente volvió a preguntar pero esta vez estaba cerca de su cara.

-S...si.. deberíamos ir al comedor..-

-¿seguro?

-eso creo.. no estoy seguro.

-lo mejor es que vayamos afuera, quizás la comida esté lista.

Hillel me saco de su pierna y se levantó tomándome de la mano para llevarme afuera, al salir pudimos  ver a mi madre y a doña Josefina con una gran sonrisa al vernos tomados de la mano o mejor dicho al ver como Hillel  me tomaba de la mano. 

-Justo estaba por llamarlos, la cena esta servida. -

Nos sentamos todos en la mesa y comenzamos a comer, mi madre hablaba con doña Josefina mientras que yo miraba de vez en cuándo  a Hillel

Solicitud Aceptada Where stories live. Discover now