Parte única

789 105 96
                                    

¿Cómo distinguir la fantasía de la realidad? ¿Y si los sueños van más allá del momento en que los ojos se cierran?

... ¿Qué tal si aquello no fue un simple sueño?

~

Yifan era llamado loco por tener la capacidad de ver cosas que los demás no. Él solía tener visiones de vez en cuando, imágenes que de pronto aparecían en su cabeza, y se iban tan pronto como llegaban. No eran precisas, y casi nunca sabía de lo que trataban, solían ser solo proyecciones nebulosas y carentes de sentido para todos, pero que para él significaban algo, no tenía idea de que podría ser, sin embargo, pasaba gran parte de su tiempo intentando averiguarlo.

La única vez que logró definir una de sus visiones, fue cuando alertó a todos en el pueblo de la gran tormenta que tendría lugar y los daños que esta causaría... Nadie lo escuchó.
A la semana siguiente las fuertes lluvias causaron estragos por todo el lugar, el río se desbordó y hubo varios fallecimientos. Por supuesto, no faltó aquella persona que lo culpó a él de todo, le llamaron brujo, le acusaron de tener pactos con el diablo, y como era lógico, tuvo que huir de aquel lugar antes de que optaran por quemarlo vivo.

Y aquí estaba ahora, viviendo completamente solo en una cabaña abandonada que encontró en lo profundo del bosque. Seguramente le pertenecía al montón de huesos que encontró la primera vez que llegó allí. Se preguntó cuánto tiempo habría pasado desde la última vez que alguien habitó ese lugar. A juzgar por aquellos restos polvorientos, de apariencia frágil y desgastada, y esas flores tan secas que con solo tocarlas se desharían, asumió que demasiado. Yifan supuso que al dueño no le molestaría que cuidara de su casa por un tiempo.

Así pasó el tiempo, un año completo en el que aprendió a sobrevivir en la soledad de esa casa alejada del mundo. No es que estar solo le molestara, pero a veces creía que terminaría volviéndose loco al no tener con quien hablar, y lo confirmaba cuando se encontraba a si mismo platicando con el cráneo del esqueleto que -muy consideradamente- decidió poner sobre el centro de la mesa, convencido de que era un acto de solemnidad hacia el anterior dueño.

Una noche mientras dormía, una voz se encargó de despertarlo suavemente. Se levantó de la cama y examinó la habitación, pero no había nadie allí, él lo sabía de sobra. ¿Realmente se estaba volviendo loco? Se acercó con cuidado hasta la ventana, de donde se escuchaba con mayor fuerza lo que ahora distinguía como una canción... Inmediatamente corrió hacia la salida de la cabaña, y sin importarle el frío que sintió bajo sus pies, se encaminó en busca del propietario de aquella melodiosa voz.

Estaba loco, o debía estar soñando... Yifan estaba completamente seguro de que nadie le hacía compañía en ese bosque. Ningún habitante del pueblo se atrevía a llegar tan lejos, lo comprobó durante todo el tiempo que permaneció en ese lugar; entonces ¿qué era lo que estaba escuchando?

Como si estuviera en un trance caminó entre los árboles y arbustos hasta llegar a la orilla del riachuelo que corría por ahí, donde se detuvo abruptamente. Sus ojos no creían lo que estaban viendo. Del otro lado, se encontraba sentado un chico de apariencia joven que vestía una túnica blanca semi transparente, y que dejaba ver gran parte de sus piernas y las vendas en éstas. Tenía un conejo en brazos y lo acariciaba con una tierna sonrisa dibujada en el rostro.

Pero eso no fue lo que lo sorprendió más, pues si bien el hecho de que hubiese otra persona en el mismo espacio que él después de estar solo por tanto tiempo lo emocionaba sobremanera, el cabello del color de la luna de aquel joven le indicaba que no era alguien común, no era simplemente otro habitante del pueblo. Había algo especial en él, Yifan hasta podría jurar que el chico resplandecía.

Vestigio [KrisBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora