Una pequeña historia inventada por mi :"3 espero que sea de tu agrado. Si deseas usarla para una adaptacion o reescribirla por favor dar los creditos correspondientes. ¡Disfrutala! ❤
A la mañana siguiente me desperte alrededor de las 7:00 a.m, me levante como loca ya que debia llegar a las 8:00 a.m al trabajo, sali de la habitacion, pero Lay aún estaba dormido y yo no tenia ropa para cambiarme -Agh...- movi mi pelo con mi mano y me encamine a despertar a Lay, el estaba acurrucado en sus cojines, se veía similar a un bebé
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tome una almohada pequeña y le pegue con ella en la cabeza -Oye- decia una y otra vez para luego volverle a golpear -¡¡OYE!!- el dio un salto, se sento de golpe y me miro rapidamente con confusion.
-¿¡Te volviste loca!? ¡Casi me matas de un susto!- dijo el poniendose la mano derecha sobre su pecho tratando de calmar su respiracion.
-Siento perturbar tu sueño, pero debo estar en el trabajo a las 8:00 a.m y ¡Aún estoy aqui!-
-Mmm...dato curioso, yo tengo una ducha- dijo en tono obvio.
-¡Lo se! pero no tengo ropa para usar!-
-Ponte mi ropa- sonrió.
-¿Perdon?- pregunte algo sorprendida.
-Tengo mucha, asi que puedes usarla-
-Nuestros tamaños son algo distintos- dije mientras ponia una mano sobre mi cabeza como si estubiera midiendo mi estatura.
-No te preocupes, te veras como esas chicas que usan ropa grande y obtienen muchos likes en sus redes sociales- se puso de pie y se poso frente a María con los brazos cruzados.
Me quede en silencio con una cara de seriedad por unos momentos y luego respondi -¿Y de ropa interior?- pregunte levantando una ceja.
-Una vez me regalaron unos boxers, pero eran demasiados pequeños asi que los guarde y mira, ahora sirvieron para algo-
-Enserio eres un caso- me di la vuelta y me dirigí al baño -¿Donde estan?- pregunte volviendo a ver a Lay.
-En mi almario color blanco- dijo señalando el cuarto.
Tome la ropa, entre al baño y minutos después ya estaba lista, Lay habia entrado a la ducha despues de que yo sali, el me habia hecho el desayuno asi que fui a comerlo, me sentia extraña, sin mencionar que la ropa me quedaba grande. Tuve que doblar la parte de abajo del pantalon formando un estilo mangano, la camisa estaba tapada por el abrigo y no se veia tan mal como yo pensaba, los zapatos eran los mismos que llevaba puestos cuando llegue.
-Oye ¿ya estas lista?- pregunto Lay secando su cabello con una toalla parado en la puerta del baño ya con toda su ropa puesta.
-Si, pero ¿no te preocupa que al verme con tu ropa se formen rumores? Tengo muy claro que eso es muy problematico para ustedes- pregunte mirandolo.
-Pues veremos que tan lejos llegara la prensa- Lay se acerco a María después de decir eso, pero manteniendo la suficiente como para no invadir su espacio personal -De todos modos los rumores no me importan si es por ayudar a alguien- sonrió, dejando ver unos pequeños camanances en cada mejilla.
