Memories.

— Esperaba verte usando un vestido blanco amplio y esponjado. — Dice él con voz divertida, haciéndome rodar los ojos. — Aunque, de cualquier modo, ese smoking te hace ver bien.

— Niall me ayudó a escogerlo. — Confieso mientras me sonrojo ante sus palabras. —  Supuse que te gustaría porque lleva moño en lugar de corbata…

— Me conoces bien, Harry. — Murmura y se pone de puntitas para besarme cerca de los labios. Gemma lanza un exagerado “owww” y nosotros nos ruborizamos. — ¿Estás listo para convertirte en mi esposo? — Sonrió entusiasmado y tomo su mano con firmeza. —

— No puedo esperar más.

— Entonces vamos. — Responde jalándome con prisa y llevándome hasta la mesa donde el juez nos espera para comenzar con la ceremonia.

Pasamos de largo entre los pocos invitados y no puedo evitar reír ante el notable entusiasmo de mi prometido.

Niall y Liam ríen cuando nos ven pasar y Zayn está revoloteando los ojos mientras esboza una sonrisa divertida.

Nuestras madres están platicando mientras intentan contener las lágrimas; las hermanas de Louis están sentadas hasta enfrente con sus hermosos vestidos elegantes y Gemma se reúne con ellas.

— ¿Están listos ya? — Pregunta el juez con una sonrisa sincera. Louis asiente y yo me limito a curvar la comisura de mis labios. Nos sentamos frente a él mientras empieza a leer un montón de cosas legales que yo no entiendo porque me distraigo muy fácil con la sonrisa que Louis tiene dibujada en su rostro angelical.

Mientras el juez está leyendo y enunciando nuestras obligaciones y derechos como futuros esposos, un montón de recuerdos llegan a mi cabeza y me abruman repentinamente, orillándome a las lágrimas y obligándome a sonreír ante el recuerdo de nuestro primer beso.

 

La primera vez que Louis y yo nos besamos, ninguno de los dos estaba ebrio.

Era un día común para mí, estaba tumbado sobre el sofá del flat mirando televisión y procurando no quedarme dormido mientras esperaba a que Louis llegara de una cita que alguien de la producción le había concretado con una chica llamada Eleanor.

Louis había aceptado porque le habían insistido demasiado, incluso Simon le dijo que podía ser una buena oportunidad de olvidarse completamente de Hannah… Supuse que por eso había aceptado.

Alguna película estúpida era proyectada en la pantalla de la televisión cuando escuché el ruido de la llave entrar en el picaporte y después Lou tropezó con un sillón. Me levanté un poco adormilado y lo encontré en el piso, riéndose bobamente y negando con la cabeza por haberse caído. Puse los ojos en blanco cuando un suave aroma a cerveza llegó hasta mi nariz.

“¿Te pusiste ebrio, Louis?” Le pregunté y me forcé a sonreír. La idea de que hubiera estado con una chica, en una cita no era muy agradable para mí porque ya no lo veía solo como un amigo.

“No estoy ebrio, eso es lo divertido de esto”. Me contestó con ese tono sincero. Alzó la vista y sus orbes azules se encontraron con los míos, haciéndome sonreír irremediablemente.

Se levantó de un salto y dejó las llaves en la mesa para después caminar hasta él y pasar mis manos por su cabello alborotado. Me sonrió dulcemente y pasó su brazo por mis hombros; para aquel entonces éramos de la misma estatura.

“¿Te la pasaste bien sin mí?” Cuestionó mientras nos tumbábamos nuevamente sobre el sillón para mirar televisión. Un tremendo » ¡NO! « se manifestó en mi conciencia ante su pregunta, pero tuve que mentir.