Yo no soy de esas personas cursis pero cada vez que lo veo se eme hace un nudo en la garganta y cada vez que trato de hablarle me quedo sin palabras y lo único que sale de mi boca es -augh eh hola-.
Todavía me acuerdo cuando nos conocimos... Teníamos seis o siete años y yo recién había entrado al colegio, era el primer día de clases y yo tenía una mochila rosa con brillantina de la bella durmiente. La maestra nos decía donde sentarnos a medida que llegábamos y adivinen con quien me sentaron....¡con Fran! Primero nos hicimos amigos pero después me empezó a gustar, no sabía si él sentía lo mismo así que me callé la boca y me fui alejando de él poco a poco, cambiemos amistades y ahora mi vida es esta: primero me levanto con los gritos de mi madre porque vamos a llegar tarde a la escuela, después agarro un jugo cualquiera de la heladera y me subo al bondi pero siempre me olvido de la lanchera así que tengo que volver a mi casa a buscarla y siempre termino yendo en bicicleta, cuando llegó al colegio me reúno con mis dos mejores amigos de toda la existencia, sigo con lo más aburrido del día LAS CLASES, por último llego a mi casa y me pongo a ver unos cuantos capítulos de mi serie favorita, ceno, hago los deberes, si tengo. Antes de dormirme me quedo hablando como una o dos horas con mis amigos y así termina un día normal de mi vida.
