HISTORIA STEROLINE.

Agosto 2009 (1x 01)

La primera vez que lo vi fue un pasillo y al instante me enamore.
Su cabello castaño y ojos color miel me tenían deslumbrada y en menos de una hora había averiguado todo sobre él pero para mi mala suerte Stefan Salvatore ya había fijado sus ojos en la dulce Elena Gilbert.

Pero yo no era cualquier chica, era Caroline Forbes y nunca me daba por vencida así que puse mi plan en marcha y me dirigí hasta él.

- Stefan -hable coqueta-mente mientras enrollaba un dedo en mi pelo. Él solo me miro para luego lanzar su bomba.

- Caroline. Lo nuestro no va a suceder.

Quede sorprendida. No me lo esperaba.

El silencio se hizo presente y él se alejo de inmediato. Lo seguí con la mirada. Ahí estaba, coqueteando con mi amiga. Finji que aquello no me dolía pero en realidad, si lo hizo.

¿Por qué todos la prefieren? ¿Qué tiene de especial Elena? ¿Acaso no era lo suficientemente atractiva e inteligente?

- ¿Por qué nadie nota? -Murmuré finalmente mientras me largaba de la fiesta.

Enero 2010 (

Estaba asustada y quería llorar.

¿Que me pasaba? ¿por qué tenia deseos incontrolables  hacia la sangre?

Había matado alguien.

Mire horrorizada el cuerpo de ese inocente hombre. Mis manos estaban bañadas de sangre... Y quería más.Estaba perdida y descontrolada..hasta que llego él.

Mi salvador.

Stefan prometió ayudarme, le creí y no me decepciono.

Octubre 2012

- Stefan -lo regañe- no puedes quedarte de brazos cruzados.

Él me observo y luego volvió a sus ejercicios.

- Ella escogió a Damon, caroline.

Su voz era amarga, a leguas podía notar su dolor.

Nos habíamos vuelto grandes amigos, los mejores.

- Tú y Elena son un amor épico-suspire encantada.

-Pues ya no -miro el cielo- escogió a Damon, solo se me queda dejarla ir.

Me miro con tristeza. Me acerque a él y tome su mano dejando que el silencio hablara.

Yo sentía su dolor, supe lo que era dejar ir a alguien a quien querías porque yo lo hice con él, lo deje ir.

Marzo 2013

Stefan me abrazaba mientras acariciaba mi espalda susurrando palabras de aliento.

Me...Me tienes a mí- dijo mientras tomaba mi cara- tu siempre estuviste para mi así que déjame estar  para ti, ¿ok?.

Asentí entre lagrimas mientras me aferraba a su pecho.

Él se había vuelto tan importante. Era la única persona me comprendía al máximo, me escuchaba y apoyaba.