//Preferentemente reproduzcan el vídeo al final de la historia.//
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-A-ah... N-naruto
Cerro los ojos, frustrado, y continuo atando aquella cinta a su cuerpo envuelto en un tradicional kimono negro que cubría hasta sus pies calzados por sandalias. Miro su reflejo en el espejo, sus ojos estaban apagados y debajo de ellos unas enormes ojeras difíciles de ocultar ademas de la marca rojiza de un golpe en su mejilla. Giro su cuerpo cuando Shikamaru interrumpió en la habitación donde se ponía su vestimenta para la ceremonia donde contraería nupcias con Hinata Hyuga, su prometida. Habia descubierto su amor por Hinata aquella noche en que Toneri ataco, el y un equipo de ninjas fueron a salvar a la hermana menor de su prometida, mientras Sasuke, su mejor amigo, se quedaba a cuidar a la gente de la aldea, el Uchiha después de ser aislado y encarcelado había logrado al fin su libertad por ayudar en la guerra, la única condición de los ancianos del consejo y los Kage fue que no saliera de Konoha, al menos por un año en el que se evaluaría su lealtad y arrepentimiento. Sus misiones serian internas.
-No te sienta bien-Dijo el hombre de coleta alta repasando con la mirada el cuerpo de Naruto, cubierto por las enormes telas del kimono-debiste usar algo menos...
-Basta, Shika-Froto sus sienes, volviendo a verse al espejo. Se paso el peine por su cabello desordenado aunque no pudo hacer mucho con el.
-¿Que paso anoche?-Pregunto Shikamaru recargándose en el marco de la puerta con los brazos cruzados.
-¡Ah!... i-idiota... d-duele
-Nada-Dijo, sacudiendo la cabeza, buscando borrar aquellos recuerdos que, justo el día de su boda, le atormentaban.
-¿Y Sasuke?-El vago se arrepintió de hacer aquella mención, los ojos azules parecían querer volverse lanzas y enterrarse en su garganta.
-No me interesa-Gruño al aplicarse algo de ungüento en su mejilla, sobre la marca del golpe.
-No se que haya sucedido entre ustedes dos, pero quita esa cara, das miedo-Dicho eso, la puerta fue cerrada apenas salio el Nara.
-Basta... ngh... e-estas ebrio
-Sh, solo un poco-Sus labios habían vuelto a buscar con desesperación los contrarios mientras su mano, en la cintura de su amigo, se iba hasta su miembro para darle un masaje por encima de la ropa.
-N-naruto... para-El chico bajo el rubio se mordió el labio con fuerza, buscando como ocultar su rostro, apartarlo de la mirada penetrante del contenedor del Kyuubi.
-Detenme-Le reto sonriendo de forma socarrona, deteniendo las caricias que brindaba su mano al pene húmedo por la esencia que salia de el.
Abrió los ojos de golpe cuando Kiba toco su hombro, el castaño ya vestía su yukata para la ceremonia de tonos color marrón.
-Ya es hora, amigo-Naruto asintió, y dio apenas dos pasos antes de que el Inuzuka le cuestionara-¿que sucedió?
-Nada-Evadió la mirada del otro, tropezando con Akamaru que esperaba sentado en la entrada de aquella habitación en la mansión Hyuga.
La ceremonia se efectuaría en los jardines de esta, el actual Hokage y su ex profesor, Kakashi, seria quien lo uniera por la eternidad con aquella mujer de buenos modales, bella y... la indicada.
-Naruto, Sasuke y tu pelearon y no lo digo solo por el golpe en tu mejilla
-¿U-uchiha?-Kiba apenas despertaba después de haber bebido toda la noche junto a sus amigos en la despedida de soltero del Uzumaki, siguió con la mirada a Sasuke, mientras se sobaba el cuello, dormir en el suelo no era del todo cómodo. Sasuke, quien no respondió a su llamado, solo salio del departamento de Naruto, donde se llevo a cabo el festejo, dando un portazo. Hipo, antes de preguntarse a si mismo-¿andará en sus días...?