Matrimonio por conveniencia

Capitulo 44: La hora

Habían pasado más de 2 años de la guerra y apenas el reino se terminaba de recuperar, todo ese progreso fue gracias a que Thor unió fuerzas con su consorte y ambos de la mano lograron llevar a Asgard a una prosperidad que hacía años no se lograba ver. La joven pareja estaba en su mejor momento, dos hijos y un poderoso reino, parecía que lo tenían todo.

Cuando el 3er aniversario de la muerte de la reina y del fin de la guerra se aproximaba, Thor suspiro en su oficina ya que fue visitado por todos los consejeros de Asgard.

Era la hora.

-¿La hora?

-Así es mi señor... Usted ya debe llevar la corona de su padre... Debe ser coronado...

-Pero aun el reino...

-Ha demostrado total interés en nuestro bienestar... Usted y el príncipe Loki... Sus hijos y hasta sus amigos de Midgard...

Thor se sonrió, de vez en cuando, los vengadores iban a visitarlos y ayudaban en algo, siempre queriendo lo mejor para su gran amigo y aliado.

-Supongo... Pero ¿Podríamos esperar a que pase el aniversario del fallecimiento de mi madre...?

-Por supuesto señor...

-Además...

-¿Si?

-Quisiera que Balder estuviese ahí...

Todos los consejeros se miraron inquietos, a pesar de estar encerrado, aún era hijo de Odín, a pesar de sus pecados, era hijo de Frigga... Y hermano de Thor.

-Es Balder...

-Sí señor, acusado de tantos delitos...

-No pueden negárselo... Se ha logrado portar bien en este tiempo... La doncella y los guardias que lo custodian, dicen que es una persona muy diferente a la que se encerró hace ya tiempo...

-Podría ser una trampa...

-¿Fingir por 3 años para salir?

Todos se miraron preocupados, el heredero era famoso de tener un noble corazón y eso les preocupaba, que Balder apelara a eso, para huir o hacer algo igual o más perverso.

Si es que eso era posible...

¿Lo era?

-Señor... Enviaremos un par de consejeros para evaluarlo, mientras comenzamos los preparativos... No podemos dejar el reino sin un gobierno oficial...

El rubio asintió y sonrió agradecido con todos ellos.

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Lejos de Asgard, en la frontera con Jotunheim, la bruja Amora salía de su casa estirándose y sonriendo con maldad pura, a pesar de no tener una mano, no había abandonado sus prácticas mágicas, solo parecía haberse enfocado más en otro objetivo...

-Por fin... se ha cumplido el plazo que me diste... iré a cobrar mi deuda... -Dijo caminando hacia el reino eterno, parecía no tener prisa, se tomaría su tiempo, el cual era de casi 4 días, hasta que sus pequeños pies la llevaran hasta la puerta del castillo Asgardiano.

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En la celda de Balder, Yare dejaba una charola con frutas para el joven, quien solo la miro de reojo y sonrió muy ligeramente, había tratado de evitar su amistad, pero la insistencia de ella, lograron ablandarlo.

-Espero le gusten...hoy les puse algo de azúcar...

-Bien... -Respondió sin ánimos el joven príncipe.