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Frank Patrick, un joven como cualquier otro, ¿la diferencia del resto? Él estaba a punto de morir.
Se hallaba sentado en un puente a punto de arrojarse.

—Perdón Mamá y papá... —Dio un leve suspiro y se sentó en el puente decidido a saltar

— Uno... —Comenzó a contar mientras derramaba unas cuantas lágrimas—

—Dos... —cerró sus ojos—
Tr... —Antes de terminar de contar siente como alguien se sentaba a su lado— Por Favor, vete.

—La persona que se hallaba a su lado le extendió uno de sus cigarrillos, evidentemente era una chica—

—¿Por qué lo quieres hacer?—Ella le dio una calada a su cigarro y lo miro fijamente—

—Vivir es una mierda, pero más mierda es no luchar —Quiso sonreir pero le salió una mueca

—No se lo que estés pasando, pero se que esta no es la solución...
Frank mira el cigarro que ella le había dado por unos segundos.

— Yo...no fumo —Dijo evitando su pregunta—

—Ella volvió la vista hacia él y se encogió de hombros—

—Morir hoy no sería divertido, acabas de conocerme y ya me abandonas —Rió ella por lo bajo—

—Te tengo un trato, nos conocemos por una semana, si te enseño lo lindo de la vida no vuelves a intentar acabar con tu vida —Ella dirige su vista al agua que se encontraba a unos metros—

—Sólo será una semana, una semana más de vida, una semana para morir. —dijo él encojiendose de hombros, la desconocida se paró y se alejó un poco del puente para tenderle su mano —

—Él aun desconcertado por todo lo que estaba pasando mira su mano dudoso y luego de unos segundos toma su mano.

— Sólo una semana... —Acepta y aleja del puente para ver una sonrisa en el rostro de su salvadora
—Genial —Ella da una última calada a su cigarro y lo tira al agua—

— Pero ya es muy tarde, la semana empieza mañana —Dice sin dejar de sonreir — Te veré mañana en el parque que queda a una cuadra de aquí, ni se te ocurra romper el trato —Termina y se aleja corriendo—

—Él aun sin entender ve como se aleja— ESPERA —Ve como ella se detiene aun sin mirarlo —

— ¿COMO TE LLAMAS? —Grita y la visualiza darse vuelta con una sonrisa—

— MI NOMBRE ES SAMANTHA —Grita ella y se aleja ahora caminando—

Samantha... Ahora ya en su habitación, acostado en su cama mirando al techo sin dejar de pensar en la persona que lo había salvado...Su salvación...

No sabía que pasaría luego de que pasara esa semana, lo único que sabía era que quería conocerla más.

Se quedó así, mirando el techo y pensando en ella. Para luego caer dormido.

11:11 Salvación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora