Un Nuevo Amigo

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Habían pasado ya dos meses desde la muerte de Viktor y aunque a Yuri le seguía doliendo y prefería no tocar el tema se había recuperado parcialmente y actualmente seguia viviendo solo en la casa que alguna vez compartió con Viktor. Algunas personas dicen que después de la tormenta habrá un arcoíris y que todo lo malo sucede para que pueda suceder algo mejor, aunque al parecer nadie nunca imaginó el gran milagro que le sucedería a Yuri y que este hermoso suceso cambiaría su vida para siempre.

A unas cuantas cuadras de la casa una preciosa perrita de raza Siberyan Husky acababa de tener cachorritos. Todos los adorables cachorros tenían en el pelaje de diferente color:

combinaciones de blanco con negro, gris oscuro, rojizo, completamente blancos y un pequeño cachorro con el pelaje color plata y un largo pelaje, sobre todo junto a su fino y delicado rostro.

Algunos de estos cachorros fueron vendidos y otros fueron puestos en adopción 

Entre estos cachorritos había de todos tipos. Unos eran juguetones, otros tranquilos, y a otros les encantaba la hora de la comida. Pero todos tenían algo en común, que querían ser adoptados por un amo que los quiera y les de cariño. Excepto por uno de los perritos que no le veía sentido a ser adoptado por uno de esos a los que llamaban ''humanos'' ya que no les encontraba sentido. Este perrito era uno de los más bonitos de la camada por su característico precioso pelaje plateado y blanco, un medio flequillo que caía  por encima de su ojo y sus ojos azul turqueza. 

Ese día era especialmente hermoso ya que aunque el sol brillaba en el atardecer el viento de la gran Rusia era fresco y reconfortante. Ya todos los perritos habían sido adoptados, excepto este que no tenía la más mínima intención de serlo y sólo se quedaba recostado en esa pequeña caja de cartón en la que estaba. 
Derrepente vio algo que lo dejó atónito. Era la figura de un chico alto, de cabello color negro como el carbón y unos ojos color café castaña que resaltaban con sus lentes azules. Si, ese chico era Yuri. El perrito no sabía que era pero algo en ese chico le llamaba la atención y le daban ganas de que también le prestara atención, así que, cuando este pasaba junto a la caja sin darse cuenta de que esta estaba ahí soltó un pequeño ladrido que lo hizo voltear e inmediatamente mirar al pequeño cachorro que trataba de llamar su atención. Él por alguna razón también sentía una conexión especial con aquel cachorro. No sabía que era pero este pequeño perrito lo hacía sentir mejor.

Yuri se dio cuenta de que aquel cachorro estaba en adopción y decidió cuidarlo, y por alguna extraña razón este, aunque nunca tuvo la intención de ser adoptado no se negó a aquella acción de este humano tan agradable.

Cuatro Patas, un Corazón (Vikturi)Where stories live. Discover now