3 de febrero.

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Cuando estoy sobria no extraño a Sebastián ni pienso en él, soy alguien fuerte, alguien independiente pero cuando bebo una copa de más, sin darme cuenta pierdo el control de mi misma, me siento vulnerable y necesito a mi Sebastián para que me salve, para que me proteja y en mi búsqueda siempre falló y me doy cuenta que estoy besando a otro chico o me doy cuenta que estoy llorando en los brazos de un chico desconocido. 

No olviden votar, bebés. 

Sin tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora