Se escucha el latido de un corazon, todo está oscuro, un suspiro cada 8 segundos, un flashazo de un columpio vacio, veinte segundos más en oscuridad. De nuevo un flashazo con la misma imagen pero más de cerca, otros diez segundos en la oscuridad. Un nuevo flashazo más cerca de la misma imagen y cinco segundos de oscuridad, cada vez más seguidos los flashazos en el último hay un niño amarrado al columpio, sin ojos, desnudo, agónico y con un charco de sangre debajo de el. Oscuridad. Un respiro de tranquilidad.
Abre los ojos, borra su sonrisa, está asustado. Corre! Choca con la pared y cae, se levanta y repite la acción está vez con otra pared, todas las paredes están acojinadas, intenta jalarse el cabello pero está amarrado, tiene una camisa de fuerza. Sonríe maliciosamente y comienza a morderse dónde se alcanza del brazo tan fuerte como para hacerse sangrar. No le gusta hacerse daño sólo, pero es la forma en que puede llamar la atención.
Llegan los enfermeros y lo detienen, le limpian, pero deben cambiarle la camisa pues está llena de sangre. Una mujer vestida de enfermera llega con la camisa de repuesto, el la observa asombrado y con coraje, ella le sonríe y le guiña el ojo. El asiente la cabeza y cierra los ojos, acto seguido la mujer golpea a ambos enfermeros dejándolos inconsientes, les ponen las camisas de fuerza y el se viste de enfermero. Huye con ella, están excitados. Salen sin ningún problema de la clínica. Caminan sobre la carretera pidiendo raite, estaban en las afueras del Estado de México.
Caminaron quince minutos y consiguieron raite, dos parejas de hippies en una combie, se dirigían a acapulco.
El piensa -hippies con iPhones, vaya decadencia!!! Siguió centrado en sus pensamientos hasta llegar a sus recuerdos...
trabajaba en una farmacia, cerraba tarde y el patrón le pagaba el transporte hasta su casa, quince kilómetros al sudeste, subió al coche. El sujeto se llamaba Edmundo. -Todo está bien Jeiel? -todo bien, gracias, que tal le va? -bien también, nos vamos? -vamos! (suben) -un cigarrillo? -ya lo había dejado, pero se lo recibió, mala idea, fue intercambio de cigarro por vida.
-Que música quieres? -ya sabes que escucho de la que sea -pondré a ramstein, te parece? -esta perfecto!
Sonaba Ángel y Edmundo subió el volumen, los latidos aceleraban, subieron por un paso a desnivel y deseó moverle el volabte pero se detuvo. Debían pasar por una brecha, allí explotó. Volteo a verlo y lo tomó de su rapado cráneo y lo estrelló en el volante, volteo extrañado y recibió un golpe contundente en el rostro, le desabrocho el cinturón de seguridad, abrió la puerta y lo tiró del coche, tomó el volante y dio vuelta, Edmundo estaba parado aún en shock, pelo los ojos y corrió al ver que el automóvil se le acercaba, aceleró y en vez de atropellarlo se le emparejo y abrió la puerta, Edmundo cayó. Detuvo el carro y bajó, pateo su rostro, tomó una roca y comenzó a golpearle su cabeza, se excitaba cada vez que se escuchaba el retumbe de su cerebro.
El cráneo quedó con un hoyo. Lo subió al coche y se dirigió a un canal de aguas negras a deshacerse de Edmundo y su auto.
Regresó caminabdo a casa.
cuando llegó tiró la ropa y se bañó, al día siguiente continuó su vida como si no hubiera pasado nada, a la Policía le dijo que se había quedado de ver con una amante para deslizarse responsabilidades